En un país conservador como el Perú, los mitos y estigmas influyen de manera negativa en el acceso a servicios de salud mental. Según un informe del Instituto Nacional de Salud Mental, publicado en octubre pasado, el 80% de personas que sufren trastornos no acude a recibir atención profesional por falta de información. Este mismo informe estimó que más de 5 millones de peruanos sufren algún tipo de trastorno mental.
En este contexto, la situación se agrava si nos referimos a personas LGTBIQ+. Según la primera encuesta virtual a este sector de la población peruana que se realizó en 2017, más de la mitad de encuestados reportó problemas de salud mental como ansiedad, depresión e ideación suicida. Además, 16% de los encuestados denunció haber sido discriminado por personal de salud.
Debido a los escasos estudios en esta área, la organización "Más Igualdad Perú", en un proyecto financiado por Stonewall UK (Out of the Margins Project), elaboró el primer estudio exploratorio sobre salud mental en personas LGBTIQ+ del país.
El objetivo de esta investigación fue explorar el camino a través del cual las personas LGBTIQ+ acceden a servicios de salud mental y los obstáculos que encuentran en esta ruta para obtener asistencia calificada.
La investigación encontró que los principales problemas para que una persona LGTBIQ+ reciba buen tratamiento de salud mental son: situación económica, miedo a ser discriminados y falta de información sobre profesionales o centros que puedan ayudar a las personas LGBTI de manera adecuada.
Entre los principales resultados, se obtuvo que la forma de violencia más recurrente es la violencia psicológica y verbal, y discriminación con tasas más altas en personas trans (el 83 % ha sufrido algún tipo de violencia: psicológica 68,4 %, verbal 47,7 %, física 21,7 % y sexual 18,9 %).
Además, el informe señala que las personas de género no binario o trans sufren mayor violencia psicológica que las personas cisgénero.
Entre los problemas de salud mental reportados, se encontraron más personas con síntomas de ansiedad, depresión, baja autoestima e inseguridad, y trastorno de estrés postraumático, con tasas más altas en personas trans y bisexuales. En este último caso, el problema está asociado a prácticas de "conversión" y violencia.
Además, de los encuestados que alguna vez asistieron a servicios de salud mental, el 59% señaló que recurre generalmente a psicólogos o psicoterapeutas. En el 61,4% de los casos, señalaron que los profesionales de salud mental que los atendieron tenían al menos un prejuicio sobre ser LGBTIQ+ y el 61% considera que los profesionales no estaban lo suficientemente preparados para ayudarlos.
¿En nombre de Cristo?
Lamentablemente, las creencias religiosas de algunas familias y el conservadurismo provocan que las personas LGTBIQ+ sean víctimas de tortura y violencia, especialmente los menores de edad. Este informe señala que casi el 40% denunció haber sido sometido a prácticas de "conversión"para intentar cambiar su orientación sexual o identidad de género.
De este grupo, el 5 % reportó haber sido internado como parte de la práctica a la que fue sometido y cerca del 62 % fue sometido a estas prácticas siendo menores de edad.
"Los adolescentes fueron el grupo más vulnerable a este tipo de intervenciones, generalmente ofrecidas por profesionales de salud mental que profesaban creencias cristianas, e involucraban terapias psicofarmacológicas y hormonales", se lee en el informe.
Otro dato es que el 50 % de estas prácticas de "conversión" o lo que debería llamarse tortura se realizan en instituciones de carácter religioso o por personas que suscriben a religiones cristianas.
Entre los lugares en los que se realizan las prácticas de "conversión", se reportaron el Movimiento Misionero Mundial, el Movimiento de Vida Cristiana (Sodalicio), Agua Viva, Alianza Cristiana y Misionera y diversas parroquias (Iglesia Católica).
El informe de 'Más Igualdad Perú' recomienda modificar la Ley del Trabajo del Psicólogo (Nº 28369) y la Ley de Salud Mental (Nº 30947) "para que se haga explícita la prohibición y sanción de todo tipo de práctica que busque cambiar la orientación sexual o la identidad de género".
Además, propone elaborar un proyecto de ley general contra la discriminación y violencia hacia personas LGBTI que considera a las prácticas de "conversión" como una forma de violencia.
Recomienda también implementar reformas en los planes de estudios de las universidades en las carreras relacionadas a la salud mental (psicología, medicina y enfermería) para incluir formación con enfoque de género.
De igual manera, propone fortalecer las mesas de trabajo sobre personas LGTBI del Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables, implementar rutas de atención, denuncia y sanción de este tipo de prácticas y discursos discriminatorios en los colegios profesionales de Psicólogos y de Médicos.
También considera importante capacitar con enfoque de género y con énfasis en diversidad sexual a profesionales de salud mental del Ministerio de Educación.
Para seguir al tanto de la situación de las personas LGTBI y su salud mental, 'Más Igualdad Perú' recomienda implementar investigaciones de corte científico con periodicidad que permitan también conocer el acceso a servicios de salud mental desde el Estado. "Para ello es necesario medir la variable género, orientación sexual e identidad de género en las investigaciones que dirige el Instituto Nacional de Salud Mental y los distintos sectores del Estado que implementan políticas públicas", precisa el informe.
[Foto de portada: Conexión Vida]
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