Las pruebas contra el exprimer ministro César Vilanueva siguen aumentando. Esta vez un colaborador eficaz en el marco de las investigaciones del caso Odebrecht aseguró ante el fiscal Germán Juárez que el excongresista de APP direccionó en el 2008 a favor de la empresa brasileña la buena pro de la licitación de la carretera Cuñumbuque-Zapatero-San José de Sisa.
Durante el mencionado testimonio, al que tuvo acceso El Comercio, no solo se detalla la participación de Villanueva, sino también de exfuncionarios de su gestión en el gobierno regional de San Martín y uno del Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC). Todos los personajes mencionados por el testigo responden a las identidades de los ‘codinomes’ que Jorge Barata reveló en su última declaración a la fiscalía: ‘Italiano’, ‘Meu Deus’ y ‘Curriculum Vita’.
En su relato, el testigo describió cómo se direccionó la licitación para que la constructora brasileña ganara la buena pro, por S/109'561.076 (un 9,5% por encima del valor referencial de la obra), y las coordinaciones que el entonces gobernador regional habría hecho para favorecer a Odebrecht a cambio de sobornos.
“Las coordinaciones eran constantes entre [Celso] Gamarra Roig, Eleuberto Martorelli [representante legal de Odebrecht en ese proyecto], el presidente regional César Villanueva Arévalo. En algunas ocasiones [también] participaba el ingeniero Marcos Díaz Espinoza, gerente general del Proyecto Especial Huallaga Central y Bajo Mayo [PEHCBM], así como el asesor legal de [ese proyecto], Juan Carlos Silva Dávila”, declaró al fiscal.
Eleuberto Martorelli, exdirectivo de Odebrecht, confirmó a la fiscalía peruano que le entregaron $ 30 000 por sobornos y se programó la entrega de otro monto por la misma cantidad. Sin embargo, en setiembre, se conoció que en las planillas del Departamento de Operaciones Estructuradas de Odebrecht figuran pagos por US$320.000 para el ‘codinome’ ‘Curriculum Vita’, seudónimo que la firma brasileña asignó a Villanueva cuando era presidente regional de San Martín, como consta en un acta firmada por Barata.
En esos registros de la llamada ‘caja 2’ también aparecen junto al proyecto ‘Sisa’ los ‘codinomes’ ‘Italiano’, con US$400.000, y ‘Meu Deus’ (Mi Dios, en español), con US$65.000. Por la declaración que Martorelli dio en octubre, sabemos que ‘Italiano’ es Celso Gamarra Roig y ‘Meu Deus’ es Marcos Díaz, gerente del PEHCBM durante la gestión de Villanueva.
Según información de El Comercio, el testigo identificó que César Villanueva coordinó la manera en la que se ejecutaría los hechos sobornados con Celso Gamarra Roig, consultor de concesiones del Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC), por encargo de Martorelli, contratado por Odebrecht.
“Las coordinaciones eran constantes entre [Celso] Gamarra Roig, Eleuberto Martorelli [representante legal de Odebrecht en ese proyecto], el presidente regional César Villanueva Arévalo. En algunas ocasiones [también] participaba el ingeniero Marcos Díaz Espinoza, gerente general del Proyecto Especial Huallaga Central y Bajo Mayo [PEHCBM], así como el asesor legal de [ese proyecto], Juan Carlos Silva Dávila”, dijo el testigo al fiscal.
Era setiembre del 2008, el gobernador acordó con Gamarra las bases ya revisadas por Odebrecht-OPIC (Odebrecht Perú Ingeniería y Construcción) para la carretera. Según el testimonio, estas “fueron entregadas personalmente por Gamarra Roig a Villanueva Arévalo, dentro de un sobre manila, en el segundo piso del restaurante Real, ubicado en la Plaza de Armas de Tarapoto”.
“Villanueva Arévalo, al ver lo abultado del sobre manila, pensó que era dinero y le preguntó a Gamarra qué había dentro del sobre, a lo que este le respondió que eran las bases del proceso de licitación que iba a ser convocado. Finalizada la reunión, Villanueva Arévalo cogió el sobre y se retiró llevándose las bases elaboradas por Gamarra [por encargo de Martorelli]. Luego, estas mismas bases fueron publicadas en el portal del OSCE”, señaló el colaborador.
Luego de esto, según el testigo, el intermediario pactó entregarle el 0.3 % del costo directo de la obra a los encargados del comité de selección, con el objetivo que se le entregue la buena pro. “Gamarra pactó o acordó con Marcos Díaz Espinoza de pagarle o entregarle un soborno del 0,3% del costo directo de la obra a favor de él mismo y del comité, siempre y cuando Odebrecht ganara la convocatoria. El acuerdo se logró en horas de la noche en el domicilio de Marcos Díaz Espinoza. Como consecuencia de las coordinaciones de Gamarra, la obra se adjudicó a Odebrecht en octubre del 2008”, mencionó.
Además, Gamarra Roy elaboró “personalmente” las bases y los términos de referencia de la licitación de la carretera San José de Sisa, basándose en las indicaciones de Martorelli, ejecutivo de Odebrecht. De acuerdo al testimoni del testigo, Gamarra tenía la tarea de solucionar el problema de la Vía de Evitamiento de Tarapoto, que se une con la carretera Interoceánica Norte. También de agilizar proyectos dentro del sector Transportes a favor de la constructora.
La participación de Gamarra Roig
Celso Gamarra Roig no solo fue captado por Odebrecht para tener el control total de los resultados de los procesos arbitrales contra entidades del Estado peruano. En el 2008, además, asesoró a la empresa brasileña en el caso de la carretera San José de Sisa a través de su ONG Progreso Panamericano. Según la fiscalía, por estos servicios percibió una remuneración mensual de S/12.000 durante año y medio. En total, le pagaron S/192.000 más un bono de éxito de S/48.000, además de otros beneficios.
Entre el 2011 y el 2014, Gamarra fue director general de Concesiones del MTC y en paralelo recibía pagos de Odebrecht para defender los intereses de la constructora aprovechando el cargo que tenía, de acuerdo con el testigo de la fiscalía. Gamarra fue nombrado por Alejandro Chang Chiang cuando este era viceministro de Transportes y Comunicaciones del gobierno de Ollanta Humala. Fue designado el 28 de noviembre del 2011 mediante la Resolución Ministerial 883 de ese año. El documento fue firmado por el entonces titular del MTC, Carlos Paredes Rodríguez, implicado en el caso del ‘club de la construcción’.
El colaborador también precisó que el nombramiento de Gamarra, de acuerdo con lo pactado con Martorelli, tenía como condición que este solucionara el problema de la Vía de Evitamiento de Tarapoto, que se une con la carretera Interoceánica Norte, así como agilizar proyectos dentro del sector Transportes a favor de Odebrecht.
La intención era exponer que se someta a un arbitraje por el proyecto Evitamiento de Tarapoto, al señalar que recaería en el monto de los gastos generales reclamados por Odebrecht. La compañía no deseaba paralizar la obra sino someterla a un arbitraje arreglado. Según la disposición fiscal, a fin de asegurar la emisión del laudo parcial y laudo final, entre octubre y noviembre del 2013, Gamarra Roig recibió un “bono de éxito” de US$ 100 mil.
(Foto de cabecera: Andina)
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