El presidente de Chile anunció este miércoles que la COP25 no se llevará a cabo en Santiago debido a la grave crisis política por la que pasa ese país. Una noticia previsible, no obstante que días antes el gobierno chileno había indicado que la cumbre climática continuaría tal cual estaba programada, del 2 al 13 de diciembre.
Con esta decisión, quedan en suspenso las iniciativas climáticas de gobiernos, organizaciones civiles, empresas, pueblos indígenas, la academia entre otros actores que participan en las convenciones de cambio climático que cada año organiza la ONU.
"La señora Carolina Schmidt, ministra de Medio Ambiente de Chile, me informó que el Gobierno de la República de Chile ha tomado la difícil decisión de no albergar la COP en Chile, teniendo en cuenta las circunstancias difíciles en el país", dijo Patricia Espinosa, secretaria general de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (UNFCC, por su sigla en inglés).
En las redes sociales de periodistas ambientales se manejan algunas sedes alternativas: San José de Costa Rica, que recientemente albergó la pre-COP25; Bonn, ciudad alemana donde se llevó a cabo la COP23. También se indica que la fecha podría cambiar a enero o febrero próximo, pues la intempestiva decisión chilena (primera que ocurre a menos de un mes de su inicio de una COP) haría difícil realizar en tan poco tiempo la convención tal cual se estila diseñar sea cual fuere la nueva ciudad. Sin embargo, si se traslada la fecha al 2020, habría dos COP ya que la edición 26 ya está programada para desarrollarse en Glasgow. Hasta el momento no son más que especulaciones, bien intencionadas. Como dice Espinosa, la ONU evalúa los siguientes pasos a dar y pronto habrá noticias.
La Conferencia de las Partes (COP) es la reunión formal de las partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC). La COP25 tiene como objetivo desarrollar los detalles de la implementación del histórico pacto climático del Acuerdo de París, en medio de los llamados de urgencia de los recientes informes científicos, los países más vulnerables a los efectos nocivos del cambio climático y los activistas ambientales.
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