La congresista de Fuerza Popular Úrsula Letona defendió un proyecto de ley que presentó en diciembre de 2018 para implementar una política de bioequivalencia en las medicinas genéricas y descartó que su propuesta afecte o busque bloquear una iniciativa del Ejecutivo posterior, presentada en julio de 2019, como este portal lo señaló en una nota publicada hace tres meses.   

En un contexto en el que la salud en el Perú se ha convertido en un privilegio y no en un derecho, en parte porque las boticas y farmacias suelen negarse a vender medicamentos genéricos en la mayoría de casos, Lamula.pe se refirió el pasado 13 de julio de dos proyectos de ley, uno de Letona (N° 3743) y otro de su colega de bancada Freddy Sarmiento (N° 3692), que iban a contracorriente de la propuesta del Ejecutivo para obligar a las farmacias a que tengan en stock estas medicinas  en todo el país.

En una carta notarial que remitió a esta redacción, Letona defendió su proyecto y rechazó que se oponga a la venta de medicamentos genéricos en las farmacias como lo señalamos, al mencionar que su iniciativa plantea que solo se ofrezcan genéricos si son bioequivalentes; es decir, si pasaron un test en el que prueben que puedan ser intercambiados por los de marca, lo que podría reducir el margen de elección de los consumidores, como alertaron algunos expertos.

Por tanto, afirma la congresista fujimorista, es "falso" y "absurdo" señalar que su iniciativa pueda bloquear a la del Ejecutivo, porque esta se presentó siete meses después que la suya, y agregó que la "bioequivalencia es una tendencia en la región" que ya han adoptado países como Chile, Colombia, México y Brasil, y que este tema viene "impactando positivamente en el precio de los medicamentos en favor de los consumidores".

Por ello, Letona sostiene que su proyecto de ley busca implementar en el Perú una política de bioequivalencia, "atendiendo un tendencia mundial conforme a los establecido por el MINSA, con la única finalidad de garantizar la calidad de los medicamentos genéricos y, de esta manera, salvaguardar el derecho a la salud de la población".

En Perú, el tema de la bioequivalencia ya está regulado en el reglamento referente a la intercambiabilidad de medicinas, aprobado por el Ministerio de Salud (Minsa) en septiembre de 2018, a través del Decreto Supremo Nº 024-2018-SA, que busca garantizar la eficacia, la seguridad y la calidad de los medicamentos genéricos. 

Según la Dirección General de Medicamentos, Insumos y Drogas (Digemid), los estudios de equivalencia permiten determinar que un medicamento genérico es terapéuticamente equivalente al producto comparado y que, por lo tanto, puede ser considerado intercambiable. 

Sin embargo, el reglamento detalla una lista de medicamentos que no requieren estudios para demostrar la intercambiabilidad, siempre y cuando se garantice las Buenas Prácticas de Manufactura y cumplimiento de las especificaciones de farmacopea.

Sobre este punto, la Organización Mundial de la Salud señala que las Autoridades Reguladoras de Medicamentos, en el caso de Perú la Digemid, deben exigir a los productos genéricos toda la documentación que asegure que el medicamento reúne los requisitos de Buenas Prácticas de Manufactura, especificaciones de control de calidad e intercambiabilidad o equivalencia terapéutica con el producto de comparación.

Al respecto, el decano del Colegio Químico Farmacéutico de Lima, Javier Llamoza, señaló que, en efecto, "no todos los medicamentos deben demostrar que son bioequivalentes", salvo los fármacos de riesgo terapéutico alto, pero no medicinas de uso común como la Azitromicina, por ejemplo, cuya tableta de 500 mg vale en su versión genérica S/ 1.99, pero en las boticas se vende a S/ 12.10, un 511% de sobreprecio, según reveló un estudio de la organización Oxfam, de marzo del 2019.

Precisamente, la iniciativa del Ejecutivo plantea, además de la obligatoriedad de tener un stock en las farmacias, que el Ministerio de Salud publique la lista de medicinas genéricas esenciales que no requieren estudios de bioequivalencia, que ya recogían otros dictámenes de las comisiones de Defensa del Consumidor y de Salud del Congreso, de setiembre del 2017 y noviembre del 2018, respectivamente.

En su propuesta, la congresista Letona señala que las pruebas de bioequivalencia las asumiría el sector privado, es decir, los laboratorios farmacéuticos, pero lo que no queda claro es si esos costos tendrán un impacto posterior en el precio final al consumidor.

A las propuestas de Letona y Sarmiento, se suma la carta que su colega Alejandra Aramayo le envió al presidente Martín Vizcarra el 2 de julio pasado, en la que pone en duda la calidad de los genéricos y le pide debatir el tema antes de una eventual  aprobación del proyecto del Ejecutivo. El documento, que se remitió con copia a la Confiep, lleva las firmas de sus compañeros de bancada Segundo Tapia, Joaquín Dipas, Gladys Andrade, entre otros.

CARTA NOTARIAL: Este es el documento que nos remitió la congresista Úrsula Letona en el que rechaza que se oponga a la venta de medicinas genéricas en el país. En virtud de su derecho a réplica, lo publicamos en su integridad. (pdf)

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