Estas últimas semanas, Lima tuvo una intensa oferta para la lectoría curiosa. La FIL y la ANTIFIL trajeron invitados internacionales, nuevas propuestas literarias desde distintas partes del país y algunos autores recientes a tener en cuenta. Hubo para todos los gustos, intereses y bolsillos. Aquí una mirada a las novedades de la movida cultural local. 

Además del habitual consumo de libros sobre fútbol y política, este año, comenta Medaly Reyes, Coordinadora de la Dirección del libro y la lectura del Ministerio de Cultura, las propuestas sobre temas de género, memoria e identidad tuvieron buena acogida. Eso sumado a la decisión de que la Feria del Libro en Lima no se centrara en un país invitado, permitió que la literatura peruana tenga más protagonismo entre las más de 500,000 personas que visitaron la feria esta temporada.

Por su lado, el Periodista Franco Osorio, Director de la Feria Alternativa Antifil, en donde participaron alrededor de cien colectivos autogestionados, mencionó que el público joven de esta propuesta llega a casi el 80 % del total de asistentes y que en promedio tiene de 18 a 35 años. Mencionó, además, que este año acogieron a editoriales independientes de varios países vecinos como: Chile, Ecuador, Bolivia, Argentina y México. “La gente más joven aún quiere leer libros, generar consciencia y pensamiento crítico”, dice.

En Perú, nos comenta el periodista, existe una interesante propuesta de autores de poesía. Aunque sea un nicho más pequeño, tiene más demanda generacional, entre los 17 y los 30 años. “Victoria Mayorga, José Miguel Herbozo y Maria Belén Villa han tenido alta demanda”, comenta Julio Isa, Director de Alastor Editores, rompiendo ese prejuicio de la que poesía no vende. Además, dice que los poetas clásicos peruanos se leen tanto como las nuevas propuestas.

Desde la experiencia de Julio, en ambos casos los jóvenes buscan poetas que escriban con mucha intensidad, lírica, altura y musicalidad. “Le dan más atención a la creación auténtica, original y heroica como decía Mariátegui. Estas características corresponden a los trabajos heredados de autores clásicos como Javier Heraud o Luis Hernández, que son de los preferidos por los más jóvenes”, agrega. En canon peruano, según su observación, es muy variado. Un universo multiforme.

Desde las ofertas estéticas, hay una tendencia a mejorar la forma en la que las editoriales peruanas presentan sus productos literarios. El productor editorial peruano, según Medaly Reyes, está entendiendo que como buen complemento de un contenido de calidad, la cantidad de información visual para el lector es importante: la presentación de las tapas, la tipografía, la calidad de las imágenes o los acabados de los libros como las solapas, los cintillos y la extensión de los resúmenes, determinan la elección de la compra.

“En el común denominador de los adolescentes de 14 a 20, se busca libros con ilustraciones o fuera de serie, propuestas que no van a encontrar en ningún otro lado. Suelen llevarse libros con detalles especiales en las páginas, que sean didácticos, cómics, ediciones con fotos, comentarios, traducciones en quechua u otros idiomas y libros de colección”, comenta Paloma Temple, una de las encargadas de guiar a los lectores del stand de la Editorial Estruendomudo.

Lecturas sobre feminismo, sexualidad y más variedad en la propuesta alrededor de la música, son algunas de los intereses y demandas del público joven de hoy, que si bien tienen espacios distintos para consumir cultura, están ávidos y con voluntad de construir y consumir nuevas propuestas, logrando un sólido circuito cultural dentro de la ciudad para que se complementen y se vean representadas las diferentes miradas y voces entre presentaciones de libros, conciertos conversatorios y otras propuestas innovadoras.

Foto: AntiFil


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