La alta comisionada para los Derechos Humanos de Naciones Unidas, Michelle Bachelet, concluyó su visita de tres días a Venezuela con un llamado a la liberación de los presos políticos que tiene el régimen de Nicolás Maduro y  a un diálogo con la oposición, en medio de una "situación humanitaria se ha deteriorado de forma extraordinaria", según dijo la también expresidenta chilena.

En una conferencia de prensa en la que no contestó preguntas, en el aeropuerto de Caracas, Bachelet se mostró conmovida por la situación de los presos políticos, pero también expresó su preocupación por el impacto de de las sanciones sobre la industria petrolera venezolana que impuso Estados Unidos.

"Fue profundamente doloroso escuchar el anhelo de las víctimas de los familiares por obtener justicia ante graves violaciones de los derechos humanos o víctimas de la violencia política por ser partidarios del régimen (…) Tenemos el compromiso expreso del Gobierno para llevar a cabo una evaluación de la Comisión Nacional de la Tortura, así como para evaluar los principales obstáculos en el acceso a la justicia del país".


Bachelet también pidió a la oposición retomar las negociaciones con el régimen de Maduro como mecanismo para solucionar la crisis. "He apelado a los líderes políticos para que participen en el diálogo construido por Noruega", comentó.

La alta comisionada de la ONU se reunió con representantes del gobierno chavista y la oposición, incluidos el presidente Maduro y el líder opositor, Juan Guaidó, al que EEUU y la mayoría de países de la región y la Unión Europea reconocen como presidente interino.También sostuvo encuentros con otras autoridades del Estado y miembros de la sociedad civil.

La expresidenta chilena hizo un relato de algunas de las violaciones a los derechos humanos de las que tuvo noticia durante su visita, como el testimonio de un hombre que le contó "como su hermano fue torturado, humillado y asesinado por oficiales encapuchados" de la Fuerza de Acciones Especiales (FAES) de la Policía. 

Durante la estadía de Bachelet en Venezuela, en total, se registraron 31 protestas, según la ONG Observatorio Venezolano de Conflictividad Social (OVCS). Solo una fue atacada por colectivos chavistas. El resto transcurrió en calma. 

Marco Ponce, director de OVCS, sostuvo que es una situación atípica porque lo común es que los manifestantes sean agredidos por los cuerpos de seguridad gubernamentales y civiles armados. "Solamente, en 2019, unas 61 personas han sido asesinadas durante protestas, otras seis fueron víctimas de ejecuciones extrajudiciales por organizarlas. Creemos que no hubo represión por la presencia de Bachelet", comentó el activista.

La alta comisionada contó que también pudo escuchar a "una madre que relató el asesinato de su hijo de 14 años durante las manifestaciones del 30 de abril", el día en que los opositores Juan Guaidó y Leopoldo López llamaron a sus seguidores a las calles en el marco de un levantamiento fallido contra Maduro. Pero también mencionó  los episodios de violencia contra partidarios del gobierno, como el sufrido por un "joven que fue quemado vivo durante las protestas de 2017 y que pasó 15 días agonizando".

Bachelet también se reunió durante su visita al país petrolero con trabajadores del sector salud, tras lo que llegó a la conclusión de que "la situación sanitaria sigue siendo extremadamente crítica". Pero uno de los momentos más emotivos se dio en el encuentro que sostuvo en Caracas con activistas opositores y representantes de la sociedad civil. Allí un niño le pidió que sacara a su padre de la cárcel. "Saque a mi papá de la cárcel", le dijo menor a Bachelet, que lo invitó a sentarse junto a ella. "Le pido a Nicolás Maduro que se ponga la mano en el corazón y saque a todos los presos políticos", continuó el pequeño.

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