En el Ejecutivo aún creen que es posible sacar adelante la reforma política antes del 2021, pese a que la mayoría fujimorista y sus aliados del Apra no han ocultado su intención de frustrarla, o al menos dilatarla. Para ello es clave que la Comisión de Constitución, dirigida por Rosa Bartra, modifique el cronograma de trabajo que aprobó esta semana, sin priorizar los 12 proyectos de ley que presentó el Gobierno hace un mes: ocho de carácter legal y cuatro de carácter constitucional.
Los proyectos de la reforma política recogen el trabajo que hizo la Comisión de Alto Nivel que planteó propuestas para tener partidos políticos y movimientos regionales fuertes, para combatir la corrupción y fomentar la rendición de cuentas, para tener una democracia más gobernable y con control político, así como para lograr una mayor participación electoral.
"Hicimos una invitación bastante clara a la Comisión de Constitución a que, cumpliendo con la Constitución, (las reformas) reciban un tratamiento prioritario y que corrijan el cronograma que no prioriza las reformas políticas", dijo desde el Cusco el jefe del gabinete, Salvador del Solar.
El premier advirtió que si las propuestas no son tratadas con inmediatez, sobre todo las propuestas que requieren modificaciones constitucionales, no tendrán efecto para el 2021, porque la ley prohíbe hacer modificaciones un año antes de las elecciones.
"Así que reiteramos nuestra invitación a que demos prioridad a aquello que nos ayudará a cambiar como país con una política transparente, una justicia sin impunidad y un país sin corrupción".
Pero el objetivo del fujiaprismo parece ser ese: demorar el paquete de medidas para la reforma electoral, con el objetivo de que no se aplique para el próximo proceso electoral. Para evitar esta situación, el ministro de Justicia, Vicente Zeballos, el Ejecutivo agotará "todos los procedimientos" para que la reforma política no se entrampe.
"Vamos a agotar todos los procedimientos preestablecidos e insistir en que el Parlamento pueda rectificar su agenda para que se prioricen en estos temas", dijo en alusión a la decisión de la Comisión de Constitución de debatir primero otros 138 proyectos distintos a los del Ejecutivo.
En otro momento, el ministro Zeballos respaldó que seis bancadas del Congreso también se hayan pronunciado en contra del cronograma de la comisión dirigida por Bartra. "Es un paso importante. Estamos a tiempo de que puedan rectificarse la agenda de la Comisión de Constitución. Todavía hay algo de oxígeno en el escenario político para que se dé la atención a lo que estamos reclamando", dijo en Canal N.
Pero para enmendar el rumbo es necesario por modificar la composición del grupo que dirige Bartra, para lo cual será la clave la elección de la nueva Mesa Directiva del Congreso, aunque se sabe que el fujimorismo buscará recuperar el control de esta para la próxima legislatura. Si eso ocurre, es casi seguro que se terminará de enterrar la reforma política propuesta por el Ejecutivo.
"No se está entendiendo la realidad política del país. El momento exige un actuar político, si no hay reacción del Legislativo, el Ejecutivo le hace el acompañamiento", dijo el titular de Justicia.
Otro problema con el plan de trabajo de la Comisión Bartra es que sesiona dos veces a la semana: los martes y miércoles. En la mayoría de casos, se cruza con el Pleno de Congreso, lo que puede derivar en falta de quórum.
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