Por primera vez en la historia de la trama corrupta de Lava Jato en el Perú, uno de los principales involucrados en las coimas de Odebrecht delata al desaparecido expresidente Alan García, quien se suicidó el 17 de abril pasado, justo antes de que fuera detenido de forma preliminar por su implicación en el caso.
Miguel Atala, quien fue vicepresidente de Petroperú en el último gobierno aprista, confesó ante la fiscalía que actuó como testaferro de Alan García para recibir los US$ 1.3 millones en la cuenta de la offshore Ammarin Investment INC, en la Banca Privada de Andorra, que le depositó la constructora, reveló IDL-Reporteros.
La confesión de Atala Herrera ocurrió después de nueve días de su detención preliminar. Según relató a los fiscales del equipo Lava Jato, hacia fines del 2007, en el contexto de una reunión “social-empresarial”, el entonces secretario de Palacio de Gobierno, Luis Nava Guibert, otro de los que recibió millones de Odebrecht, le preguntó, cuando estaban a solas, si podía ser apoderado de una offshore en el principado de Andorra.
“Yo le dije con qué finalidad y él me dijo que era para figurar como apoderado de una empresa offshore y su respectiva cuenta, para recibir dinero. Mi pregunta a Luis Nava Guibert fue si el dinero era legal y me contestó en esa oportunidad que sí, tan es así que me indicó en ese momento que las empresas que me van a depositar son empresas que no tienen que ver con el Estado. El señor Luis Nava Guibert no me indicó en ningún momento la cantidad o montos de dinero que iban a ser depositados en dicha cuenta, me dijo que solamente era una cuenta a lo que le dije que proceda”.
Luego de ese encuentro con Nava, según contó, lo visitó Jorge Barata, entonces superintendente de Odebrecht en el Perú. “Él se presentó a mi casa ubicada en la Avenida Santo Toribio 335, San Isidro. Entiendo que fue de parte del señor Luis Nava Guibert y me confirmó lo relativo a la proposición de Luis Nava Guibert en la reunión social que mencioné, y me dijo que se tenía que abrir una cuenta en un banco y que se tenía que hacer un depósito inicial a la cuenta de dicho banco, ese monto inicial fue de diez mil dólares”, dijo en su testimonio.
Según contó, esa visita de Barata fue breve. tomó nota de lo que le dijo sobre la cuenta en la Banca Privada de Andorra, que era que la usaba Odebrecht para ocultar los pago de sobornos. “En buena cuenta me indicó que me estaba recomendando un banco y demás información en general”, anotó.
Luego Atala Herrera confirmó que el ejecutivo de la Banca de Andorra designado para hacer los trámites de apertura de cuenta fue Francesc Xavier Pérez, quien le indicó que fue Odebrecht la empresa que lo había recomendado como buen cliente. “Incluso para referirme como buen cliente, los de Odebrecht señalaron que como tenía empresas inmobiliarias, yo podía ser un buen cliente para el banco […] Sobre la documentación que firmé, todo el tema documental fue coordinado también con Francesc Xavier Pérez, es probable que todo se haya coordinado por correo electrónico, ya que personalmente solamente lo vi un par de veces”, relató.
En los meses restantes del 2007 y hasta mediados del 2008, no escuchó más detalles sobre la offshore Ammarin Investment que había abierto en Andorra a pedido de Odebrecht. Hasta que llegó setiembre de 2008, cuando las cosas se tornaron distintas, según su confesión ante la fiscalía.
“Formé parte de una misión de empresarios peruanos para visitar la ciudad de Sao Paulo, concretamente a la FIESP, a fin de realizar una exposición […] es allí donde el grupo de la misión de empresarios coincidió con la misión oficial del entonces Presidente de la República, el señor Alan García Pérez […] Tal evento también contó con la visita del entonces Presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva. Ambos presidentes tuvieron un discurso en dicha feria. En ese contexto es que me encuentro con Luis Nava Guibert, y en un momento a solas me indicó que el dinero de la cuenta offshore de la que me había solicitado sea apoderado, tiempo atrás, era en realidad del señor Alan García Pérez, a lo que sencillamente asentí”.
Atala agregó que hasta ese momento, sabía que en la cuenta de Andorra existía un monto aproximado de 1 millón 312 mil dólares americanos. “También ya conocía qué empresas habían realizado dicho depósito, ya que en diversas ocasiones pude verificar los estados de dicha cuenta, habiendo advertido hasta ese entonces que existían unas cinco o seis entradas de dinero a esa cuenta, por el monto aproximado que acabo de indicar (…)”, agregó.
Uno sobre otro
Incluso Miguel Atala reveló que ese dinero sucio de Odebrecht se lo entregó personalmente a Alan García, “en varias armadas de 20 mil o 30 mil dólares”, desde el segundo semestre del 2010, cuando el mismo exmandatario lo llamó y le pidió que vaya a Palacio. Ahí le dijo que esos US$1.3 millones que tenía en Andorra eran suyos y le pidió que se los vaya dando de forma progresiva. Así lo hizo hasta el 2018.
“Cada vez que necesitaba dinero me llamaba por teléfono previamente y me citaba a diversos lugares, le he entregado dinero en diversas ocasiones y lugares como en Palacio de Gobierno, en su domicilio que primero quedaba en la urbanización Las Casuarinas en Surco y luego en su domicilio ubicado en Miraflores, al Instituto de Gobierno de la Universidad San Martin de Porres, entre otros lugares”.
Atala le dijo también al fiscal a cargo del interrogatorio que estaba “declarando con la verdad respecto a la forma como sucedieron los hechos que se vienen investigando” y manifestó su temor por lo que le pueda pasar a él o a su familia, debido a que tiene “conocimiento que existe un grupo radical en el interior de Partido Aprista Peruano, y que son conocidos como la “Fuerza de Choque””.
Así, la tesis de la fiscalía parece confirmarse, en el sentido de que tanto Miguel Atala como Luis Nava, quien recibió más de US$ 4.5 millones de Odebrecht, en realidad solo eran los intermediarios de Alan García, quien hasta su muerte negó haber recibido dinero de Odebrecht, al repetir como un mantra la frase ‘otros se venden, yo no’. Pero las pruebas y testimonios en su contra dicen los contrario.
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