El régimen de Nicolás Maduro volvió a la carga en su escalada represiva contra la oposición y detuvo esta la madrugada del jueves a Roberto Marrero, quien es jefe de gabinete Juan Guaidó, reconocido por más de 50 países como el presidente interino de Venezuela.
La detención se dio horas después de que Michelle Bachelet, la alta comisionada para los Derechos Humanos de la ONU, denunciara la grave situación que se vive en el país petrolero y de que la Organización de Estados Americanos (OEA) mostró un estremecedor video sobre un centro de torturas clandestino.
El operativo del Sebín, la policía política del régimen, contra Marrero incluyó a 10 vehículos y 15 hombres encapuchados con armas largas; también se registró la casa del jefe del grupo parlamentario del partido Voluntad Popular, Sergio Vergara, otro de los hombres de confianza de Guaidó.
Antes de ser detenido, Marrero logró grabar un mensaje de audio con su teléfono, que sirvió para enviar la señal de alarma:
"Lamentablemente llegaron hasta mí, pero sigue la lucha. Cuiden al presidente y que sea lo que Dios quiera".
Fue lo único que alcanzó a decir el jefe de gabinete de Guiadó antes de que fuera enmarrocado. Luego Vergara, vecino de Marrero y jefe de la bancada del partido del preso político Leopoldo López, describió así la situación:
"Rompieron la puerta de mi casa, cuando entraron los dos primeros funcionarios, que me apuntaron con unas pistolas, les dije que yo soy diputado de la Asamblea Nacional y tengo inmunidad parlamentaria. Me tiraron al piso, y allí me mantuvieron con la cabeza hacia abajo mientras revisaban la casa".
Todavía en pijama, Vergara contó a los medios que llegó a escuchar a Marrero gritar como le habían "sembrado" dos fusiles y una granada para hacer creer que eran de su propiedad.
Y ese fue uno de los argumentos para que el ministro chavista Néstor Reverol lo acusara de formar parte de una célula terrorista que iba a atentar en contra de las instalaciones eléctricas, el metro o los jueces.
Guaidó calificó la detención de su amigo y colaborador como un "vulgar secuestro" y un claro mensaje hacia él.
"¿Cuál es el mensaje, que van a ir a por mí? (…) ¡Dale, Estamos más fuertes que nunca. Los que demuestran debilidad son los que allanan de madrugada y cometen un secuestro vil. ¿Qué buscan? ¿Intimidarnos? Aquí estamos, a plena luz del día".
El líder opositor sostuvo que el secuestro de gente cercana no es nuevo para ellos, porque llevan años sufriendo el "encarcelamiento, la persecución y la tortura".
"Como no pueden llevarse preso al presidente encargado, entonces buscan a los más cercanos, amenazan y secuestran. Nicolás Maduro o no se atreve a encarcelarme, o no manda y le rompieron la cadena de mando, pasaron sobre él y secuestraron a Roberto Marrero".
Guaidó aludía así al vicepresidente Diosdado Cabello, a quien su equipo atribuye la orden de la detención en un intento por silenciar cuanto antes los demoledores informes de la ONU y la OEA conocidos el miércoles.
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