En la mira. Inician una campaña para reclamar la deportación de Estados Unidos de María Gabriela Chávez, una de las hijas de Hugo Chávez, quien es delegada permanente de Nicolás Maduro ante las Naciones Unidas, cuya sede oficial está en Nueva York.

La solicitud registrada en la plataforma "We the People", de la Casa Blanca, ya tiene cerca de 30.000 firmas desde que se creó, el último pasado domingo por alguien que responde a las siglas J.P. Para lograr una respuesta de Washington debe tener al menos 100.000 adherentes.

"De acuerdo con la posición de Estados Unidos sobre Venezuela y su decisión de no reconocer el régimen de (Nicolás) Maduro, el pueblo venezolano solicita respetuosamente la deportación de María Gabriela Chávez", se lee en la petición, que también argumenta que la hija de Hugo Chávez "ha criticado abiertamente la democracia y la cultura de Estados Unidos mientras se encuentra en territorio estadounidense".

"Ella representa un régimen de narcotráfico y un estado terrorista", agregó el autor al solicitud.

Los firmantes también critican que María Gabriela Chávez no haya asistido a tres de las últimas cinco reuniones del Consejo General de la ONU, "a pesar de estar en Nueva York ejerciendo tareas públicas".

La petición incluye una solicitud a la Oficina de Control de Activos Extranjeros de EE.UU. (OFAC), adscrita al Departamento del Tesoro, para que abra una indagación sobre la representante de Venezuela ante la ONU.

 "Está catalogada como una destinataria conocida de grandes sumas de dinero resultantes de la corrupción sistemática en Venezuela".

Maduro, en el poder desde 2013, volvió a tomar posesión de su cargo el 10 de enero como fruto de unas elecciones celebradas en mayo y no reconocidas por parte de la comunidad internacional. En respuesta, el presidente de la Asamblea Nacional de Venezuela, Juan Guaidó, se declaró presidente interino del país el 23 de enero. 

EEUU fue el primer país del mundo en reconocer a Guaidó y desde entonces logró aglutinar el respaldo de más de 50 países de Latinoamérica y de la Unión Europea (UE), pero en la práctica Maduro sigue ejerciendo el poder en Venezuela, gracias al crucial apoyo de las Fuerzas Amadas y el respaldo de las potencias Rusia y China, y naciones como Cuba y Nicaragua.

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