"Anuncio mi regreso al país y la convocatoria de movilizaciones en todo el territorio nacional para este lunes y martes". Así, con esta frase, el líder opositor venezolano Juan Guaidó anunció el fin de semana su intención de volver a Venezuela, aunque no aclaró cuándo, pero que con toda probabilidad, reactivará el pulso y la tensión entre la oposición y el régimen chavista. No en vano, el autoproclamado presidente interino aseguró que si Nicolás Maduro decide detenerlo y encarcelarlo, como lo ha advertido, sería "el último error que cometan", porque salió de su país a pesar de tener una prohibición emitida por el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), controlado por el oficialismo.
Guaidó dejó Venezuela el pasado 22 de febrero, rumbo a Colombia para encabezar el fallido intento de introducir ayuda humanitaria a través de la frontera. De allí se fue a Brasil, Paraguay, Argentina y Ecuador, donde reunió con los presidentes de estos países de la región que son los que más lo han apoyado, con el objetivo de buscar un contrapeso al protagonismo del gobierno de Donald Trump en la crisis, explican en el entorno de Guaidó, cuyos colaboradores fueron entrevistados por El País de España.
Aunque nadie ha pedido abiertamente la detención de Guiadó, Maduro y dirigentes chavistas señalaron en los últimos días que el líder opositor enfrentará a la justicia. Entre las opciones que maneja el chavismo está que las autoridades migratorias le impidan el ingreso a Venezuela y el Gobierno lo condene a una especie de destierro a la espera de que el proceso de transición que puso en marcha se enfríe.
"Él no puede ir y venir… y la justicia le tenía prohibido dejar el país. Yo respeto las leyes", dijo Maduro, mientras que Diosdado Cabello, el número dos del chavismo, aseguró en tono amenazante que las autoridades estarían aguardando a Guaidó.
La otra hipótesis es que el aparato chavista lo detenga, porque que técnicamente es un prófugo dela justicia, pero este medida tendría repercusiones tanto internas como externas imprevisibles, que van del estallido de un nuevo ciclo de protestas al endurecimiento del cerco diplomático o una reacción más contundente de EEUU, que nunca ha dejado de agitar el fantasma de una intervención militar.
"Guaidó es mucho más útil para la oposición como presidente encargado dentro de Venezuela que en el exilio. Lo contrario habría sido probablemente un baño de agua fría para los venezolanos", comentó Carmen Fernández, analista política venezolana, directora de Datastrategia y profesora de la Universidad de Navarra, consultada por la BBC, al considerar que el retorno del dirigente opositor es muy importante.
Para Ángel Álvarez, politólogo venezolano y consultor en Políticas Públicas de organizaciones internacionales, la importancia del regreso de Guaidó a Venezuela depende del éxito que tenga para lograrlo. "Si se estima que al hacerlo puede ser detenido indefinidamente y eso no contribuye sino a la consolidación de Maduro, evidentemente para él no va a ser conveniente regresar. Si sigue en el exterior podía ser visto como eludiendo sus responsabilidades", refirió el experto.
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