El padre Carlos Gustavo Castillo Mattasoglio fue ordenado este sábado obispo y realizó el juramento de fidelidad a la iglesia católica antes de tomar posesión de su cargo como nuevo arzobispo de Lima de manera oficial este sábado, en reemplazo de Juan Luis Cipriani, quien desempeñó estas funciones durante 20 años.

La ordenación como obispo era necesaria, porque Castillo era sacerdote y requería el sacramento del orden en el grado del episcopado, para que asuma las nuevas funciones encomendadas por el Papa Francisco.

La ceremonia se realizó en la iglesia San Lázaro, en el Rímac, donde Castillo fue sacerdote durante cinco años. El aposento lucía lleno de feligreses que lo conocían y mostraron su aprecio con aplausos a lo largo del acto litúrgico.

El flamante obispo salió en procesión hacia la Catedral de Lima con las reliquias de Santo Toribio, el Nuncio Apostólico del Perú Nicola Girasoli, fieles de las parroquias San Lázaro, jóvenes de la Pontificia Universidad Católica del Perú y los sacerdotes de la arquidiócesis de Lima.

En la Basílica Catedral, se formalizó la toma de posesión del 33° arzobispo de Lima y primado del Perú.

En un pronunciamiento que formuló antes de finalizar la ceremonia, que duró más de tres horas, Castillo reconoció que la iglesia está en un momento "aciago" en el que hay muchos signos para no creer en ella. "Tenemos que dar esos signos con transparencia, sin esconder los problemas, enfrentándolos, reconociendo nuestros errores, pecados y hasta delitos, si existen, y enfrentarlos con la justicia y la verdad", aseveró entre aplausos de los asistentes.

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