El papa Francisco nombró arzobispo metropolitano de la arquidiócesis de Lima a Carlos Castillo Mattasoglio, en remplazo del cardenal Juan Luis Cipriani Thorne, quien ejerció el cargo por casi 20 años, informó este viernes la oficina de prensa de la Santa Sede.

Al cumplir 75 años a fines de diciembre pasado, Cipriani tuvo que renunciar al cargo que asumió el 30 de enero de 1999, por una disposición del Vaticano que establece que todos los obispos, arzobispos y encargados de la Iglesia deben dejar sus cargos pastorales y administrativos al cumplir esa edad, salvo que el Sumo Pontífice disponga lo contrario. Cipriani dejaría Lima y probablemente se trasladaría al Vaticano.

Otra disposición eclesiástica señala que el nombramiento del nuevo arzobispo de Lima se aplica de inmediato, por lo que Castillo empezaría a despachar desde este mismo viernes. Según se supo, hace varios meses que el sacerdote diocesano era una de las opciones del Vaticano para reemplazar a Cipriani, pese a las diferencias de ambos, informó La República.

Castillo Mattasoglio nació en Lima el 28 de febrero de 1950 y estudió Ciencias Sociales entre 1968 y 1973 en la Universidad Nacional Mayor San Marcos de Lima.  Además, estuvo en el seminario mayor Santo Toribio de Mogrovejo y viajó a Roma para estudiar Filosofía y Teología en la Pontificia Universidad Gregoriana.

En 1984 fue ordenado presbítero por el excardenal Juan Landázuri Rickets, con quien tuvo una gran amistad. A lo largo de su vida religiosa fue párroco, docente de Teología en la Pontificia Universidad Católica de Perú, asesor de la Unión Nacional de Estudiantes Católicos, vicario parroquial en las parroquias de San Francisco de Asís y de La Encarnación, y colaborador en la parroquia de San Juan Apóstol, entre otros cargos.

Es autor de varios libros y artículos de carácter teológico y actualmente ejerce como asesor del Centro de Asistencia Pastoral Universitaria en la Pontificia Universidad Católica de Perú.

La tesis de doctor de Castillo Mattasoglio fue sobre Bartolomé de las Casas y cuando era estudiante de sociología en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos ingresó a la Unión Nacional de Estudiantes Católicos, donde hizo amistad con el padre Gustavo Gutiérrez, autor de la "Teología de la Liberación".

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