La Contraloría General de la República ya inició las auditorías a las gestiones en la presidencia del Congreso de los fujimoristas Luz Salgado y Luis Galarreta, en las que —ahora se sabe— se dieron compras, nombramientos y contrataciones de personal irregulares. Esta semana lo había pedido formalmente el Frente Amplio, a través de un oficio remitido a la Mesa Directiva.

En realidad, hace varios meses que el órgano de control empezó a revisar todos los procesos de selección que hizo el fujimorismo desde que tomó las riendas del Congreso, según pudo conocer La República. Lo estaba haciendo incluso cuando el actual presidente del Legislativo, Daniel Salaverry, a fines de enero, anunció que solicitaría que se investiguen las gestiones de sus antecesores, incluida su propia administración. Estas acciones de control abarcan entre julio del 2016 hasta julio del 2018.

De las gestiones de Salgado y Galarreta hasta hoy no se conocen detalles de las cuestionadas compras que intentaron realizar ni de la forma en que se gastaron el presupuesto del Parlamento. La primera se vio envuelta por la compra que quiso hacer de 980 computadoras valorizadas en cerca de 5 millones de soles, que se canceló luego de que la Contraloría detectó riesgos en el proceso de adquisición.

También en la gestión de Salgado se reveló que gastaron casi 10 mil soles en la compra de turrones para repartir, porque la imagen del Señor de los Milagros visitó el Congreso. De hecho, durante su mandato en el Parlamento la planilla legislativa pasó de de 3.145, a 3.628 trabajadores en un año. 

Si se suman los periodos de Salgado y Galarreta, en total entraron cerca de 800 trabajadores al Congreso, la mayoría con vínculos con el fujimorismo (militantes, aportantes, adeptos y hasta familiares), clara muestra de que Fuerza Popular usó el Parlamento como una agencia de empleo para los suyos.

En el caso de Galarreta —el que llamó 'mermeleros' a los periodistas que revelaron todas las compras que quería realizar en su gestión— tuvo que dar marcha atrás en su decisión de adquirir 60 televisores de 43 pulgadas y 76 frigobares, por la suma de  S/ 122.461, en vísperas del Mundial de Rusia 2018, una menuda coincidencia. También se cuestionó la necesidad de que el Congreso destine S/ 84.800 para la compra de arreglos florales durante un año.

En la Contraloría señalan que habían argumentos para estas compras y que hasta ahora, ni Salgado ni Galarreta, han explicado ante el órgano de control bajo qué sustento pretendía justificar estas adquisiciones. 

En julio de de 2018, cuando Salaverry fue elegido como presidente del Congreso, anunció la cancelación de las compras de sus antecesores. Luego renunció a Fuerza Popular,  según dijo, porque quiere tener una gestión transparente y, sobre todo, independiente. Por lo pronto, decidió no renovar contrato a 100 trabajadores del Congreso que fueron contratados en las gestiones de Salgado y Galarreta.

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