Repiten el rollo de los fujimoristas y apristas, pero dicen no ser ni lo uno ni lo otro. Ellos afirman ser "el centro político". Un grupo de políticos se ha pronunciado tras la orden de prisión preventiva contra Keiko Fujimori y el impedimento de salida del país contra Alan García, con su consecuente pedido de asilo a Uruguay.
Estos políticos peruanos dicen, en un pronunciamiento difundido en diversos medios de comunicación, estar preocupados por la "polarización política" que "afecta gravemente a las instituciones". En ese sentido, consideran "imprescindible defender la democracia y el estado constitucional de derecho".
Afirman también que en el Perú "hay una pretensión de oponer la opinión pública o una circunstancial popularidad a las reglas y principios constitucionales que articulan el orden jurídico de la nación".
Sin señalar a los presuntos responsables de esto, siguen con sus ideas y afirman que "hay una tentación de utilizar los procedimientos e instancias jurisdiccionales para resolver confrontaciones que son eminentemente políticas, así como los intentos de capturar organismos estatales para ponerlos al servicio de intereses particulares". Finalmente, hacen un llamado a la ciudadanía a no caer en "extremismos" y rescatar un "centro político".
Entre los firmantes resaltan los nombres de: Lourdes Flores Nano, Ántero Flores Aráoz, Fernando Rospigliosi, Luis Thais, Francisco Tudela, Enrique Bernales, Natale Amprimo, Alfonso Baella, José Barba Caballero, Vïctor Andrés Ponce, entre otros fujimoristas y apristas.
El último sábado, el Poder Judicial ordenó impedimento de salida del país contra el expresidente Alan García, acusado de los presuntos delitos de lavado de activos y cohecho agravado por los sobornos que habría recibido de la corrupta empresa brasileña Odebrecht. Luego de esta resolución judicial, el aprista dijo a la prensa que se iba a cumplir con dicha orden, que era un honor quedarse en el país. Sin embargo, horas después, por la noche, se fue a la residencia del embajador de Uruguay para pedir asilo ya que él se cree un perseguido político.
Esta es la segunda vez en la historia que el expresidente García busca evitar a la justicia. La primera vez fue tras su desastroso gobierno 1985-1990, por el que se le denunció por corrupción, pero él, a pesar que había dicho años atrás que jamás se iría del país a vivir de lujos, se terminó yendo a Francia a hacer exactamente lo que él había jurado no hacer. Ahora, lo hace tras verse en aprietos por serias acusaciones realizadas por el fiscal José Domingo Pérez.
En las últimas semanas, tanto apristas como fujimoristas han insistido con la teoría de que en Perú hay un grupo (pero no dicen quiénes porque no se atreven a señalar al presidente Martín Vizcarra) que está tomando el Poder Judicial y el Ministerio Público y que, por ello, estaríamos viviendo en una especie de "dictadura". Nada más alejado de la realidad, en especial viniendo de los partidos políticos que han tenido influencia en estas instituciones. Incluso una de las razones por las que los apristas afirman que García Pérez pidio asilo fue porque alguien de la Fiscalía les dio el dato de que iban a pedir prisión preventiva contra su máximo líder y, por ello, en lugar de enfrentar el proceso, el expresidente decidió huir pidiendo asilo.
[Foto de portada: Andina]
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