En medio de la escalada de tensión entre el Ejecutivo y el fujimorismo, el jefe de Estado, Martín Vizcarra, les envió un mensaje a Fuerza Popular y sus huestes, al mando de Keiko Fujimori: "Aquí, en Tacna, al lado de Grau y de Bolognesi, le digo a Tacna y al Perú que no me van a doblegar".
"Continuaremos el rumbo que trazamos el 28 de julio. No nos van a doblegar, hagan lo que quieran, lo que puedan, pero no podrán con el pueblo del Perú que está decidido a combatir la corrupción".
"Ya he comenzado a recibir lo que estaba esperando", dijo también el presidente tras participar en la ceremonia por el 89º Aniversario de la Reincorporación de Tacna al seno de la patria, tras los 50 años de cautiverio en Chile, donde reconoció que asumió hace cinco meses el poder casi de forma inesperada. "Como le dije a la gente más cercana, nunca me chupo, yo asumo las responsabilidades", anotó.
Vizcarra se refería las tensiones con Fuerza Popular, que se iniciaron luego de las críticas de la jefa de este partido, Keiko Fujimori, a la reforma política que pretende llevar el Ejecutivo a referéndum. Luego la acusó de tratar de interferir en decisiones de su gobierno, en las reuniones que mantuvieron en secreto luego de que asumió la Presidencia, las cuales fueron hechas públicas por la misma excandidata, justo en momentos en que su desaprobación está en su pico más alto, quien ha negado esa intención, pero admitió que expresó al jefe de Estado su malestar con algunas gestiones y las prioridades que debería tener su gestión.
El mandatario que fue un error tener en secreto esos encuentros, pero alegó que los ocultó porque la lideresa de Fuerza Popular había pedido la reserva del caso, pero ella y sus voceros aducen que "las condiciones de las reuniones obviamente las pone quien es el funcionario que está en el cargo más importante".
Sea como fue, el conflicto escaló este martes, luego de que el titular del Congreso, Daniel Salaverry, afirmó que se reunió con Vizcarra en febrero pasado, antes de que este asuma la Presidencia, y que conversaron sobre la eventual vacancia del entonces mandatario Pedro Pablo Kuczynski.
En el oficialismo sostiene que es evidente que el objetivo del fujimorismo es "descalificar" la presidencia de Vizcarra "a partir de reuniones que recién hoy se hacen pública", para hacer creer que el mandatario fue una suerte de conspirador de la salida de Palacio de Kuczynski, quien renunció en marzo pasado ante su inminente destitución que se alistaba en el Congreso por su relación comercial con Odebrecht cuando fue ministro de Estado.
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