Los trabajadores de la azucarera agroindustrial Tumán acusan al presidente de la Federación Peruana de Fútbol (FPF), Edwin Oviedo, de haber inventado deuda entre sus empresas para hacerse de la administración de la fábrica. 

Un informe del semanario Hildebrandt en sus Trece señala que el juez del Primer Juzgado Civil de Chiclayo, Ary Terrones Meléndez, resolvió que la firma COALI, de propiedad de Oviedo, debía tener el control de la azucarera sin tomar en cuenta que Oviedo y su grupo empresarial están siendo investigados por lavado de activos desde diciembre del 2015, precisamente, bajo la hipótesis de que Oviedo crea deudas ficticias para hacerse con el control de las azucareras Tumán y Pomalca.

La excusa para entregarle la administración a Edwin Oviedo es una deuda de S/. 11.200.980 que la azucarera agroindustrial Tumán tenía con COALI. Dicha deuda se generó con una triangulación entre empresas del presidente de la FPF. En el 2007, D’Líbano Inversiones, también de Edwin Oviedo, le prestó los 11 millones a la Azucarera Tumán. Diez años después, en el 2017, D’Líbano Inversiones le cedió esa acreencia a COALI mediante un documento notarial. Por lo tanto, COALI fue la compañía que reclamó en el Poder Judicial la administración.  

Los trabajadores aseguran que todo es una farsa y que el juez se prestó a ella. “El juez cedió la administración y después realizó la pericia. Es una deuda inventada”, dijo a Hildebrandt en sus Trece Alejandro Zevallos Gonzales, apoderado del sindicato de trabajadores de Tumán. Una pericia de parte, elaborada por el contador Alberto Rodríguez Valderrama, concluyó que no hubo ninguna deuda. “En nuestro registro figura que, entre enero y mayo del 2007, los meses en los que supuestamente se creó la deuda, hemos vendido 522,369 bolsas de azúcar por un monto de S/. 35’758,422, siendo D’Líbano Inversiones el principal comprador”, afirmó el contador.

La empresa COALI, que ahora administra Tumán, fue creada en julio del 2011 con un capital social de 10 mil soles y con sede en Lima. Edith Najarro Gamboa, quien figura como la principal accionista de la compañía, señaló que “no sabía que tenía acciones para empezar”. “Ahora que recuerdo me dijeron que ponga una firma para formar una empresa que vendiera azúcar, y no le vi nada malo”. indicó.

Yo no he puesto ese dinero. Precisamente me fui de ahí porque me querían hacer firmar varios documentos y ya no me gustaba”, dice Najarro en su domicilio, en el Callao. La mujer asegura que fue Gerardo Ojeda Pimentel, un directivo de Tumán, quien la convenció para que firmase los documentos. Y añade: “COALI la maneja Elvis Oviedo Picchotito”, hermano del titular de la FPF.

Judith Valdez Málaga, principal accionista de D’Líbano Inversiones, reconoció el 10 de enero del presente año haber prestado su nombre para constituir esa compañía. “En el 2004, al comentarle a mi entonces jefe José Gamarra Mizrraji, que tenía deseos de viajar a Estados Unidos a fin de laborar, me comentó que iba a constituir una empresa cuya actividad comercial sería la compra de azúcar”. Y luego añadió: “(la empresa) iba a ser manejada por él (José Gamarra) y los hermanos Edwin Oviedo Picchotito, Elvis Oviedo Picchotito y Áurea Oviedo Picchotito y que me serviría como requisito para obtener la visa respectiva (constituir la empresa)”, manifestó Valdez al see consultada cómo constituyó la empresa.

Cuando le preguntaron a Valdez Málaga sobre las fuentes de ingreso de D’Líbano Inversiones, declaró: “No tengo conocimiento, toda vez que la empresa que constituí con Freddy Huamán Martiarena iba a ser manejada por José Gamarra y los hermanos Edwin, Elvis y Áurea Oviedo Picchotito”. Valdez Málaga dijo a las autoridades que no participó en ninguna reunión del directorio y que no tenía idea del aumento del capital social.

El 3 de agosto pasado, en un operativo policial, los trabajadores fueron despojados de la administración de la empresa agroindustrial Tumán. Los policías ocuparon las oficinas administrativas. El fallo judicial ordenaba entregar la administración a la compañía COALI. Sin embargo, los trabajadores no acataron la sentencia y han tomado las instalaciones. Todos los días lavan banderas y se encadenan a las rejas de la fábrica.

“Estamos en desobediencia civil. No nos vamos a mover hasta que el Grupo Oviedo desaparezca”, señaló Juan Torres More, dirigente del sindicato de trabajadores del ingenio.

(Foto de cabecera: Andina)

Notas relacionadas: 


Abogado de Antonio Camayo desmiente a Edwin Oviedo sobre obra en la Videna

Corte Suprema declaró nulo recurso de casación que impedía investigar a Edwin Oviedo

El grave caso por el que la Fiscalía acusa a Edwin Oviedo [VIDEOS]

Oviedo se aferra a la FPF: "Yo no he hecho nada indebido" [AUDIO]