Al igual que el presidente Martín Vizcarra, el jefe del gabinete, César Villanueva, ha marcado también distancia del gobierno de Pedro Pablo Kuczynski, al señalar que está seguro de lograr mantener una relación cordial con el Congreso, a diferencia del Ejecutivo anterior que, por "impericia política" —según dijo— no lo hizo y, por el contrario, los últimos 20 meses estuvieron marcados por la confrontación política.
"Ha habido un poco de impericia política del Ejecutivo para su relación con el Congreso, que es difícil, pero yo te lo digo desde adentro, que es un Congreso capaz de ponerse de acuerdo en cosas importantes", dijo este martes el flamante premier en su primera entrevista, en ATV Noticias, tras jurar el cargo el lunes.
Un ejemplo de que se puede trabajar con el Congreso —puntualizó— se vio cuando ocurrió la emergencia por el fenómeno El Niño Costero. "Cada idea por diferente que sea la tuya, es valiosa. Es como el diamante, cuando está en la tierra, no vale nada. Pero si tú escarbas y lo sacas, de pronto es un diamante brillante", anotó Villanueva.
"Ellos ya tienen su formación, lo que voy a tratar de hacer, y hay todas las condiciones para hacerlo es sobre esos potenciales, ponernos objetivos comunes. ¿Quién no va a pensar que la economía sea sana y solvente?".
Así, Villanueva le devolvió al cortesía al Congreso, donde las bancadas también tuvieron comentarios positivos hacia el nuevo gabinete, que sin embargo no ha estado exento de críticas y cuestionamientos, y anunciaron una tregua para que puede empezar a trabajar. Lo que está por verse aún es hasta cuándo durará la 'luna de miel' que todos los gobiernos nuevos suelen tener, y cuando eso suceda, cómo afrontará la situación el Ejecutivo.
Ley a la medida
En otro momento de la entrevista, el premier Villanueva también se refirió a la Ley de fortalecimiento de la Contraloría, que el Congreso aprobó por insistencia tras ser observada por PPK, y que el presidente Vizcarra la promulgó como un gesto simbólico, pero en la que se incluyó, a último momento, un régimen de excepción que le permite al Parlamento que designe a su propio jefe de control, lo que le resta independencia para fiscalizar sus acciones, según expertos.
Sin embargo, el jefe del gabinete defendió la medida, "No vulnera en absoluto el sistema de control que tiene la Contraloría. No estamos blindando ni blindaremos a nadie. Además respetaremos la institucionalidad, no somos fiscales o policías, el Ejecutivo va a respetar las instituciones para el debido proceso", indicó.
El víspera, el mismo contralor, Nelson Shack, también respaldo la norma, al señalar que esta no afecta el proceso de fiscalización de la Contraloría a las decisiones del Legislativo en el uso recursos públicos. "Al igual que muchos otros parlamentos en la región y el mundo, se autorregulan", anotó, aunque reconoció que el Congreso no cumple con la Ley Orgánica de la Contraloría, que establece que este organismo es el que nombra a los jefes de los órganos de control institucional (OCI), porque hace años el Legislativo es el que nombre al titular de su OCI.
"Eso no significa que estén fuera del alcance de la Contraloría. Efectivamente, el jefe de la Oficina de Control Interno del Congreso es nombrado por el propio Congreso, por la mesa directiva, pero nosotros estamos siempre vigilantes en lo que corresponde a su accionar administrativo", alegó en RPP.
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