El presidente Martín Vizcarra inició su mandato con gestos que apuntan a marcar distancia de su antecesor, Pedro Pablo Kuczynski, quien renunció obligado por un intento de compra de votos en el Congreso por parte de sus aliados para salvarse de la vacancia, lo que incluye un intento de atemperar la tensión y confrontación que marcaron la relación entre el Ejecutivo y el Legislativo en los 20 meses previos.
El mismo día que estuvo en Piura y cuestionó el casi nulo avance de las obras de reconstrucción de las zonas del norte devastadas por el Niño Costero hace un año, promulgó la Ley de Fortalecimiento de la Contraloría General de la República que había sido observada por PPK, en una ceremonia en Palacio en la que participó no solo el contralor Nelson Shack, sino también el titular del Congreso, Luis Galarreta, y otros miembros de la oposición.
Limando asperezas. Vizcarra invitó a Palacio a varios miembros de la oposición. (Sepres)
La iniciativa fue aprobada finalmente por insistencia por el Pleno del Parlamento el 15 de marzo último, y la promulgación en Palacio fue un gesto bien recibido por la cabeza del Legislativo. "Es un día histórico no solo porque se esté promulgando una insistencia en Palacio de Gobierno, cuando normalmente esto corresponde a promulgarse en el Congreso de la República", dijo Galarreta
"Ahora tenemos un presidente que no observa una ley, sino que sí quiere luchar contra la corrupción. Y tenemos un Parlamento que quiere luchar contra la corrupción. Entonces, estamos aquí justamente porque hay esa similitud de ideas".
Por su lado, el contralor Shack dijo que la institución que dirige, con esta norma, tendrá "medidas más efectivas" para enfrentar la corrupción, porque se podrán acelerar los procedimientos del órgano sancionador. "Ahora demora muchos meses en acelerar en procesar un mal funcionario", refirió.
"No solamente vamos a poder cambiar la actual estructura orgánica disfuncional de la contraloría a fines del proceso de modernización, sino que va a cambiar el estándar de transparencia de todo lo que hacemos en el sistema nacional de control".
A su turno, Vizcarra señaló que tiene la certeza de que se va "trabajar de manera más eficiente" y que se hará seguimiento a cada proyecto que se ejecuta.
"Cuando el presidente del Congreso me informó que por insistencia se aprobó esta importante norma de la Contraloría, como una adhesión del Ejecutivo de la lucha contra la corrupción, se hizo rápido para enfrentar esta lacra que tanto daño le ha hecho al país".
Ahora, lo que está por verse es hasta cuándo durará esta especie de luna de miel que suelen tener todos los gobernantes al inicio de su gestión. Porque casi no hay dudas de que el fujimorismo volverá a la carga tarde o temprano, según la mayoría de analistas y observadores, porque el colaboracionismo les resta posibilidades electorales, y conforme se acerquen las elecciones, es probable que vuelva a agitar el avispero.
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