Esta madrugada, en medio de un ambiente crispado por la crisis política, el primer vicepresidente Martín Vizcarra llegó a Lima procedente de Canadá, para jurar este viernes el cargo de como presidente de la República, tras renuncia de Pedro Pablo Kuczynski, obligado por un intento de compra de votos de sus aliados para evitar su vacancia en el Congreso.
"[Estamos] atendiendo la responsabilidad que tenemos todos con el país. Fe y optimismo, el Perú siempre puede salir adelante", dijo al llegar a su casa, en San Isidro.
En breves declaraciones a la prensa, Vizcarra contó que el miércoles se enteró de la renuncia de PPK a la Presidencia, cuando se encontraba en Québec, Canadá, por lo que al día siguiente, jueves, tomó un vuelo de Toronto a Lima, para asumir el mando, tal como lo establece la Constitución en estos casos.
El ingeniero de 55 años deberá esperar que el Pleno del Congreso concluya este viernes el debate de la resolución en el que acepta la renuncia de Kuczynski, el cual se inició el jueves. Luego será investido presidente en el hemiciclo.
El contexto social en el que se instala en Palacio es complicado, en medio de una rara mezcla de indignación y resignación, porque la clase dirigente peruana volvió a demostrar su podredumbre. Casi la mitad de los peruanos (49%) quiere que se vayan todos, literalmente, y una marcha la noche del jueves lo confirmó. En todo el país. La rechazo popular a los políticos es a escala nacional.
En el plano político, los representantes de los partidos, sumidos en el descrédito, dijeron esperar que el nuevo gobierno de Vizcarra convoque a la unidad nacional, pero también que enfrente la corrupción, esa de la que ellos forman parte. En unos 10 días, estimó el sucesor de PPK, estará listo el nuevo gabinete, pero su futuro es una incógnita. El equipo ministerial actual renunció tras la salida de Kuczynski.
No se sabe si podrá gobernar en las actuales circunstancias hasta el 2021, si el Congreso actual, que controla Fuerza Popular, persistirá en la confrontación y la hostilidad, ni con qué apoyos y lealtades cuenta. Se sabe que Martín Vizcarra se deja aconsejar, que suele escuchar a su círculo de confianza, que es pequeño pero muy cercano a él.
"Con esas condiciones, mejor se acaba con esto y se empieza de nuevo. Pero tengo mucho optimismo con que Vizcarra le dará aire fresco al Ejecutivo y que puede conseguir una política de concertación", dijo a La República el legislador César Villanueva, vocero de Alianza Para el Progreso (APP), quien tiene una larga amistad con Vizcarra. En principio, la mayoría de bancadas ha garantizado apoyo al nuevo gobierno.
Sin embargo, hay quienes consideran que Vizcarra debería evaluar si lidera un gobierno transición cuyo fin sea llamar a elecciones generales adelantadas. Además, la incertidumbre y fricciones políticas tienen un impacto negativo en la economía, afectan la inversión pública y privada, y por ende la recuperación de la actividad productiva en el país.
[Foto de cabecera: Andina]
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