La presentación este viernes de una moción de vacancia contra el presidente de la República, Pedro Pablo Kuczynski, trae a la memoria de forma inevitable la última vez que se destituyó a un mandatario por "permanente incapacidad moral": Alberto Fujimori.

El 14 de setiembre del año 2000 un video comprobaba lo que hasta ese entonces era un secreto a voces: la corrupción del régimen de Fujimori Fujimori y Vladimiro Montesinos. Una grabación que mostraba al asesor del mandatario entregando 15 mil dólares para dejar las filas de la oposición y sumarse al oficialismo, sería solo la primera de decenas que daban cuenta del nivel tan bajo al que había llegado el manejo del Estado.

El escándalo fue tal que obligó a Montesinos a fugar del país y a Fujimori a comparecer ante el país para anunciar la convocatoria inmediata a nuevas elecciones, en las que descartaba de plano su participación.


Las semanas siguientes transcurrieron en medio de la incertidumbre y el clamor de las calles exigiendo la caída del régimen. También hubo hechos casi cómicos e insultantes a la inteligencia de la ciudadanía, como el cinematográfico operativo de búsqueda de Vladimiro Montesinos en Chaclacayo dirigido por un desesperado presidente de la República.


El 13 de noviembre Fujimori saldría del país con el fin de participar en Brunei de la Cumbre Asia Pacífico (APEC). En el Congreso, sin embargo, una moción de censura contra la entonces presidenta del Congreso Martha Hildebrandt terminaría por sacarla del cargo por obstaculizar la creación de una comisión investigadora sobre el accionar de Montesinos. 

Tras dejar a la fujimorista fuera de la Mesa Directiva, por primera vez en diez años la oposición llegaba hasta la Presidencia del Parlamento de la mano del acciopopulista Valentín Paniagua Corazao.

El 19 de noviembre Fujimori sorprendería al país entero y la comunidad internacional al cambiar su itinerario y aterrizar en Japón -tras la APEC debía partir con rumbo a Panamá para participar de la Cumbre Iberoamericana-, país al que fugó haciendo uso de su doble nacionalidad y desde donde renunció a la Presidencia de la República informando de ello al Congreso vía fax.


La indignación entre la clase política y la ciudadanía fue tan grande como la sorpresa al interior del fujimorismo. El Congreso rechazó la renuncia y decidió vacarlo por permanente incapacidad moral, teniendo en cuenta la forma en la que Fujimori Fujimori abandonó el cargo.



Al día siguiente el El Peruano daría cuenta de manera oficial de la vacancia, publicando la Resolución Legislativa al respecto así como la que informaba también de la renuncia del primer vicepresidente Francisco Tudela. La hasta hoy parlamentaria Luz Salgado, en su calidad de vicepresidenta del Congreso, firmó las resoluciones.


Ese mismo día, tras la renuncia del segundo vicepresidente Ricardo Márquez, el presidente del Congreso, Valentín Paniagua, terminaría convirtiéndose, tal y como establece la Constitución, en el nuevo presidente de la República, convocando a elecciones y encabezando un gobierno de transición en camino a la recuperación de la democracia en el Perú.


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