En la misma semana en la que la justicia dictó sentencia contra militares responsables de las desapariciones ocurridas en 1983 en el cuartel Los Cabitos, en Ayacucho; se realizó en Huancavelica la entrega de los restos de 15 ejecutados por el caso Santa Bárbara, ocurrido en 1991, en el marco del conflicto armado interno.

Dichos cuerpos fueron entregados a sus familiares, en presencia de la ministra de Justicia, Marisol Pérez Tello; la viceministra de Derechos Humanos, Gisella Vignolo; y el gobernador regional de Huancavelica, Glodoaldo Álvarez. Los restos fueron velados por sus familiares y serán enterrados este sábado 19.

EL CASO

El 4 de julio de 1991, una patrulla del Ejército Peruano, a cargo del Teniente de Infantería Javier Bendezú e integrada por varios civiles, llegó a la comunidad campesina Santa Bárbara y detuvo a 15 personas, entre los que se cuentan a tres niñas y cuatro niños de entre ocho meses y seis años, a los que acusó de subversivos.

Tras prender fuego a sus viviendas, sacaron a los detenidos a la calle, manteniéndolos desnudos ante el frío de la zona. Luego, se apoderaron de sus ganados y otras pertenencias, y los condujeron a la mina llamada "Misteriosa", donde les dispararon y posteriormente dinamitaron.

Zenón Osnato, familiar de una de las víctimas presente en la entrega, dio cuenta del hecho al volver a su casa y encontrarla en llamas, sin hallar a su esposa y sus tres hijas. Luego de una intensa búsqueda, descubrió los cuerpos calcinados de sus familiares.

FALTA DAR CON LOS RESPONSABLES

Con el apoyo de la ONG Paz y Esperanza y el Centro por la Justicia y el Derecho Internacional (Cejil), el caso fue denunciado ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), que el 1 de septiembre del 2015 ordenó al Estado peruano investigar y sancionar el caso.

"El Estado debe llevar a cabo las investigaciones amplias, sistemáticas y minuciosas que sean necesarias para determinar, juzgar y, en su caso, sancionar a los responsables de las violaciones declaradas en esta Sentencia, y debe iniciar, de manera sistemática, rigurosa y seria, con los recursos humanos y económicos adecuados, las acciones que resulten necesarias tanto para la exhumación como la identificación de los restos humanos localizados en la mina 'Misteriosa', sitio que deberá proteger para su preservación". 

Durante la entrega de los cadáveres, Pérez Tello pidió perdón en nombre del Estado; y se comprometió a hacer cumplir otros detalles de la sentencia, como la reparación a los familiares, el proceso y sanción a los militares responsables de estos hechos.

Fotos: Paz y Esperanza.

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