La Ministra de la Mujer y Poblaciones Vulnerables, Ana María Choquehuanca, asumió oficialmente el cargo este martes en una ceremonia realizada en la sede de dicha cartera. Una ocasión que la también congresista oficialista aprovechó para aclarar sus recientes declaraciones que provocaron el rechazo de la ciudadanía al poner prácticamente al mismo nivel los conceptos de feminismo y machismo.
"Como ministra y como mujer me corresponde de forma enérgica condenar el machismo, la desigualdad y la violencia que aún padecen las mujeres peruanas y que nos impide lograr un mejor desarrollo. Quiero que todas las mujeres del Perú tengan claro que en mí tienen a alguien que está con ellas en esta lucha contra la discriminación y la violencia".
Señaló que "si en algún momento se dejó entrever" que no tenía claro el rechazo hacia el machismo y la desigualdad, "con la mayor humildad" quería aclarar que no era así.
"Creo firmemente en la igualdad de género y la no discriminación, y el trato igualitario".
Esta postura generó los aplausos de todo el auditorio, donde se encontraban además congresistas y la segunda vicepresidenta de la República, Mercedes Aráoz. Un ambiente que se elevó aún más cuando Choquehuanca señaló de forma tajante y enérgica que no permitirá que su Ministerio sea fusionado con otro.
"Quiero anunciar que en mi gestión no se va a a fusionar este Ministerio con ningún otro, más bien estoy aquí para fortalecerlo y seguir desarrollando el trabajo que se ha venido realizando por mi predecesora".
Romero-Lozada ovacionada
La extitular Ana Maria Romero-Lozada, fue despedida en medio de una gran ovación. Un modo de reconocer el trabajo realizado por una de las ministras que mayor escepticismo generó al ser nombrada debido a su otrora perfil conservador. Sin embargo, a lo largo de este año de trabajo, son muchas las organizaciones y colectivos defensores de los derechos de la Mujer, derechos humanos y respeto a la diversidad, que han reconocido su esfuerzo por dar cada vez mayores pasos en la lucha por una sociedad más equitativa.
En su discurso de despedida, Romero-Lozada hizo un rápido balance de lo hecho durante su año de gestión, donde se mantuvo firme en lo que supone la necesidad de continuar en la lucha por erradicar definitivamente la cultura machista imperante en nuestro país.
"En el Perú la violencia contra la mujer sigue siendo alta. Como en otros países, la denuncia por parte de las mujeres hizo más visible el problema pero también desafió al poder del machismo y la intolerancia dentro de las familias e instituciones (...) Estoy firmemente convencida que la violencia se origina en las injustas relaciones de poder en las familias e instituciones, subordinando a las mujeres y fomentando la desigualdad".
Asimismo, recordó la instalación de mesas de trabajo para generar políticas a favor del respeto de las personas gays, bisexuales, intersexuales y trans; la misma que se sumó a la mesa de trabajo por los derechos de las mujeres lesbianas que tiene funcionando mayor tiempo. Una mención importante a un sector de la población que, lamentablemente, estuvo ausente en el discurso de su sucesora.
"En la lucha contra toda forma de discriminación se instalo la Mesa de Trabajo para la Población GTBI para consensuar políticas y acciones en defensa de sus derechos, lo que fue reconocido por las Naciones Unidas y la Unión Europea".
Finalmente hizo votos por seguir la línea trazada en los más de veinte años de funcionamiento del Ministerio, recalcando, eso sí, que aún es mucho lo que queda por hacer.
"Los avances en defensa de los derechos de la mujer y poblaciones vulnerables son importantes, y conseguirlos en un año han sido un reto pero también una gran satisfacción por lo que representan para los y las ciudadanas de nuestro país. Queda aún mucho que hacer para erradicar la desigualdad entre mujeres y hombres y la discriminación de todo tipo sobre la que se reproduce la violencia de género y la intolerancia".
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