Venezuela vivió una de sus jornadas más violentas desde que empezaron las protestas contra el régimen de Nicolás Maduro, quien acaba de consumar su autogolpe de Estado con las votaciones de la Asamblea Nacional Constituyente (ANC), que este domingo se realizaron a sangre y fuego.
Al menos 10 muertos dejó la jornada electoral desde la noche del sábado, con la que el Gobierno consuma su plan de escribir una nueva Constitución a la medida, en medio del rechazo de la oposición, que no presentó candidatos y se apresta a redoblar su pulso al régimen, y buena parte de la comunidad internacional.
Así, como primer efecto práctico, desde este lunes Venezuela tiene un Parlamento exclusivamente oficialista, ignorado por todos los partidos de la Mesa de Unidad Democrática (MUD) y los sectores críticos del chavismo.
En su primera aparición pública tras la elección de la ANC, Maduro amenazó a los líderes de la oposición y medios privados, en un acto televisado con simpatizantes chavistas, en el que anunció que su Constituyente tomará el poder en las próximas horas y "levantará la inmunidad parlamentaria a quien haya que levantarla", actuará contra la "burguesía parasitaria" para solucionar la crisis económica y tomará el mando de la Fiscalía "para que haya justicia".
El mandatario criticó asimismo la cobertura dada hoy a la votación por los canales de televisión privados venezolanos, a los que acusó de "censurar las elecciones" y pidió una investigación al canal Televen por hacer "apología del delito". "Estamos en combate comunicacional otra vez contra las mentiras de las televisoras", dijo.
Según las cifras del Ejecutivo, la abstención fue muy elevada. El Consejo Nacional Electoral (CNE) cifró la participación en un 41,43% del censo, casi 8,1 millones de votos, mientras que la oposición rebajó ese dato hasta el 12%, luego de que hace dos semanas, celebraron un plebiscito no oficial en el que consultaron sobre las elecciones de este domingo y que, según sus cálculos, ese día fueron a las urnas casi 7,2 millones de venezolanos que rechazaron la ANC.
Sea como fuere, las cifras muestran la división y la polarización en Venezuela. Una prueba de ello es que nunca en la víspera o el desarrollo de un proceso electoral en el país habían fallecido tantas personas. Caracas no fue el único escenario de los violentos enfrentamientos entre manifestantes, fuerzas de seguridad y colectivos armados del chavismo. Hubo al menos cinco muertos en la provincia de Mérida, uno en el Estado de Lara (centro-occidente del país) y otro en Sucre, en la costa nororiental de Venezuela.
La Fiscalía confirmó también el asesinato a tiros de José Félix Pineda, candidato a la Constituyente en Ciudad Bolívar, la capital del suroriental Estado de Bolívar. La máxima tensión de la jornada se reflejó en Altamira, convertida en símbolo de las protestas opositoras, donde la explosión de un artefacto contra una columna de agentes motorizados de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) dejó varios heridos.
Oficialmente, el Ministerio Público corroboró cinco muertes en las primeras horas de la mañana del domingo. Además de la de muerte de Pineda, un fiscal investiga los homicidios de Ricardo Campos, subsecretario de la formación socialdemócrata Acción Democrática en Cumaná, Estado de Sucre, nororiente de Venezuela, y de Marcel Pereira, en el poblado de Chiguara, en Mérida.
¿Qué viene ahora?
Una escalada de tensión en principio, con una nueva Asamblea Constituyente que desmantela la Cámara de Representantes elegida en el 2015 y compuesta por una mayoría opositora. Según los defensores del legado del expresidente Hugo Chávez, la medida de Maduro supone una traición y una ruptura con los últimos 18 años de lo que ellos llaman Revolución Bolivariana.
Lee también:
Tensión al límite en las calles de Venezuela en la recta final para la Constituyente de Maduro
El chavismo detiene a otros dos jueces elegidos por la Asamblea Nacional en Venezuela