El reglamento de la Ley de Alimentación Saludable, norma que estaba pendiente desde mayo del 2013, por fin fue aprobado el miércoles 14 de junio y publicado esta mañana. El jefe de la Presidencia de Consejo de Ministros (PCM), Fernando Zavala, dijo que el objetivo es reducir el consumo de productos ultraprocesados, conocidos como “comida chatarra”, causa principal del incremento de la obesidad infantil y el sobrepeso en el Perú. Según el Instituto Nacional de Salud (INS), en 6 años (2008-2014) aumentó en un 66%. 

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Aún antes de que se haga oficial, luego de revisar el texto, vario organismos, como la Asociación Peruana de Consumidores y Usuarios (Aspec) habían alertado que la nueva versión del reglamento tenía modificaciones que postergan la aplicación real de la norma hasta más de tres años y medio.

Lo más grave de estos ajustes es que se establecen límites menos estrictos para la calidad y el etiquetado de los alimentos no saludables. Estos nuevos parámetros no se ajustan a las sugerencias de la Organización Mundial de la Salud y de la Organización Panamericana de la Salud (OMS/OPS), que han elevado su voz de alarma sobre los estándares alimentarios en la región de las Américas.

Pese a que las últimas cifras del INS de nuestro país arrojan que, entre el 2007 y el 2014, el sobrepeso y la obesidad en adolescentes subieron en 46%, las políticas no reflejan la urgente necesidad de cambio y mayor control.

En el Perú las políticas de salud pública no protegen a los consumidores. Los niños de entre 5 a 9 años de todos los estratos económicos se han visto afectados por ingerir alimentos procesados que perjudican la salud.

En el caso del estrato no pobre, los menores con obesidad han aumentado en 38% y el sobrepeso en la población pobre, ha crecido con mayor velocidad, a un 63%.

Cifras como las de la organización internacional National Household Food, recogidas en una encuesta en las Américas, evidencian que el efecto de los alimentos 'chatarra' han generado mayor porcentaje de obesidad.

Por su parte, la OPS también emitió un documento titulado “Modelo de perfil de nutrientes” en el que dan cuenta de que la prevalencia de obesidad y el sobrepeso en las Américas es la más alta de todas las regiones de la OMS, pues el 62% de los adultos mayores de 20 años las padece.

El sobrepeso y la obesidad afectan a alrededor de 7 de cada 10 adultos en México, Chile y Estados Unidos. En el caso de los niños y adolescentes, las tasas de prevalencia han aumentado en forma sostenida. Entre 20 y 25% menores tienen sobrepeso o son obesos.

El no tener una regulación óptima perjudica a los consumidores la Región de las Américas que muestran los nocivos efectos por ingerir productos chatarra en reemplazo de los alimentos sin procesar o mínimamente preparados como lo es la comida hecha en casa, por ejemplo. La contribución relativa de los alimentos ultraprocesados aumentó de 19% a 32% en Brasil entre 1987 y el 2008, y de 24% a 55% en Canadá entre 1938 y el 2001.

Los datos sobre la venta de alimentos en 13 países de América Latina muestran que, entre el 2000 y el 2013, las ventas de bebidas azucaradas aumentaron en 33% en promedio y las ventas de snacks ultraprocesados en 56%. Esto ha causado el aumento simultáneo del índice de masa corporal medio de la población general de los mismos países y por ende diversas enfermedades derivadas de la obesidad.

En ese sentido, países como México, Brasil, Ecuador, Estados Unidos, Costa Rica, Canadá y Uruguay han implementado estrategias para proteger al consumidor como un incremento en el impuesto para las bebidas azucaradas, políticas para mejorar la alimentación en el entorno escolar y el etiquetado del frente del envase. 

El uso y la aplicación del modelo de perfil de nutrientes según la OPS indica como indispensable que las normas internas regulen y pongan especial atención a la observancia de:

1. Etiquetado obligatorio de los alimentos envasados con la siguiente información:

a. Declaración del contenido de los siguientes nutrientes: energía, sodio, azúcares totales, grasas totales, grasas saturadas y grasas trans.

b. Una lista de todos los ingredientes del producto, incluidos los edulcorantes sin azúcar.

2. Aunque el contenido de nutrientes puede expresarse en términos absolutos (“por ración”, la OPS recomienda que se exprese en relación con el peso o volumen (“por 100gr.” o “por 100 ml.” de producto alimenticio).

3. Algunos ejemplos de políticas que podrían beneficiarse con el uso del modelo de perfil de nutrientes de la OPS son los siguientes:

-Establecimiento de restricciones a la comercialización y promoción de alimentos y bebidas poco saludables a niños.

-Reglamentación de los alimentos en el entorno escolar.

-Etiquetas de advertencia en el frente del envase.

-Aplicación de impuestos para limitar el consumo de alimentos malsanos.

-Evaluación o revisión de los subsidios agropecuarios.

-Formulación de guías para los alimentos proporcionados.

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Esas son algunas de las premisas que deberían ser parte de esta nueva versión del reglamento que ahora que finalmente ha visto la luz, deja más sombras que expectativas sobre una verdadera herramienta que respalde a la salud pública y no al empresariado.


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