La compañía Telefónica del Perú respondió a la Superintendencia Nacional de Administración Tributaria y Aduanas (Sunat), acerca de una nota periodística del semanario "Hildebrandt en sus trece", que daba cuenta de una deuda millonaria de la transnacional con el ente recaudador.

En un comunicado, Telefónica aseguró haber cumplido "con todas sus obligaciones tributarias" desde que se estableció en el Perú; pero que se generó "una legítima controversia con la Sunat" debido a lo que considera "un arbitrario desconocimiento de determinados gastos" entre 1998 y 2001 no reconocidos por la Sunat.

La empresa asegura que la Sunat " desconoció el derecho -reconocido en la ley tributaria- a deducir los ingresos no cobrados a sus clientes (provisión de cobranza dudosa) descartando de pleno el proceso de gestión de cobranza realizado por Telefónica". Asimismo, manifestó que el ente recaudador no procede de la misma manera con empresas del Estado como el Servicio de Agua Potable y Alcantarillado de Lima (Sedapal).

Otro de los argumentos que esboza en su descargo está vinculado a los periodos cuestionados: "este caso surge en el ejercicio fiscal de 1998. El mismo año que el Perú padeció el fenómeno de El Niño y una de las consecuencias fue el rompimiento de la cadena de pagos. Como el resto de empresas, los ingresos no cobrados a clientes fueron deducidos como gastos". 

Telefónica del Perú también sostiene que la empresa recurrió al Poder Judicial "como lo haría cualquier contribuyente"  porque "la administración tributaria tardó más de 10 años en resolver la controversia y el monto inicial se multiplicó por seis veces al cabo de ese periodo". 


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