Los distritos Tumán (Chiclayo), Mórrope e Illimo (Lambayeque) albergan asentamientos humanos en los que habitan familias que hoy viven en carpas asignadas por las autoridades locales y vienen siendo afectadas por el dengue ya que no existe una buena comunicación entre el Estado y las comunidades que se ven perjudicados por la enfermedad del mosquito aedes aegypti que se viene proliferando ante la falta de una estrategia viable para la salud de los ciudadanos que viven en esta zona del Perú.  

Carlos Balarezo Mesones, jefe del Centro de Operaciones de Emergencia Regional (COER) de Lambayeque, confía en que las autoridades de salud controlen el rebrote de dengue. Refiere que hay 1300 personas en los albergues de Lambayeque. Además de unas 6000 viviendas destruidas. 

“Esta cifra es en base a la evaluación de daños y análisis de necesidades que han presentado los municipios pero se les ha solicitado que nos envíen una evaluación de daños definitiva que nos permitirá contar con información más real”, explica.

En Tumán, el distrito azucarero, ubicado a 19 kilómetros de Chiclayo y en donde viven más de 35 mil personas, por ejemplo, se registran 742 casos confirmados de dengue, sin embargo, extraoficialmente la cifra puede llegar al doble. Los ciudadanos considerados los más vulnerables son menores de 2 años, mayores de 60 años y las mujeres embarazadas.

Hace un mes, en las instalaciones del coliseo "Benjamín Zapata" se ha instalado un hospital de campaña para controlar el rebrote de dengue producto del fenómeno Niño Costero. En la cancha de futbol de cemento aledaña, hay carpas que tienen unas 20 camillas y un centro de diagnóstico. Hace unos días, dos personas perdieron la vida aquí. El paracetamol escasea y los rehidratantes, también. Solo en Piura ya han muerto 19 personas víctimas de dengue.

Las críticas sobre el manejo de este problema de salud público son muchas y vienen principalmente desde los afectados, como los ciudadanos de las comunidades de Mórrope.

“Las personas se resisten a la fumigación porque no reciben los mensajes pertinentes. Tienen miedo que afecte a su salud porque no hay una buena comunicación entre las autoridades y las comunidades. Solo el 53% de casas se han fumigado y existe el riesgo de que el dengue se haga más resistente a los químicos para evitar su proliferación. Se necesitan 3 fumigaciones cada 5 días para poder tener éxito y decir: 'estas casas están 100% fumigadas'”, recalca la educadora Liz Medrano Carrasco, Promotora de Gestión de Riesgo de la organización Ceproda Minga.

Tres son los mensajes clave que deben darse a la población y que en la experiencia de esta organización tienen éxito, pues los sectores donde existen comités comunitarios de Defensa Civil, reportan hoy el menor número de casos de dengue: rasca, lava y tapa los recipientes donde juntas agua y no olvides dejar en el recipiente el Abate (larvicida). Además, elimina inservibles que son criaderos del zancudo aedes aegypti que transmite el dengue.

En Íllimo se calculan 6000 viviendas destruidas por el impacto de las lluvias. La asociación Oxfam, junto a Predes Prevención de Desastres y Ceproda Minga, apuestan por el fortalecimiento de los actores locales en la implementación de la respuesta, bajo una premisa: son ellos quienes conocen mejor sus necesidades y tienen la capacidad de proponer las mejores soluciones a la situación que enfrentan.

Las personas piden participar en los planes de reconstrucción. Hay confusión con respecto a lo que viene, pues seguir habitando en carpas no es la mejor opción.

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