El único debate presidencial en Francia entre los candidatos de la "extrema derecha" Marine Le Pen y el "centrista" Emmanuel Macron, antes de la definitiva segunda vuelta electoral de este domingo, estuvo lleno de descalificaciones y golpes bajos de lado y lado, pero también de un pimpón dialéctico que expuso ante millones de telespectadores dos visiones y estilos diametralmente opuestos.
El duelo fue virulento, como pocas veces se ha visto en un debate electoral. Es decir, los que esperaban un intercambio de alta intensidad no quedaron decepcionados ya que presenciaron dos horas y media de un tenso cuerpo a cuerpo en el que ambos candidatos confrontaron sin ninguna concesión su visión de Francia y de Europa.
Después de calificarse varias veces de "mentirosos" frente a más de 16 millones de telespectadores, el exministro de Economía del actual gobierno llamó "parásito" a la líder de la extrema derecha, quien lo acusó a su vez de ser "complaciente" con el fundamentalismo islamista.
"Usted es el candidato de las finanzas, de la mundialización salvaje, de la precariedad, de la brutalidad social", dijo a su rival la candidata del Frente Nacional (FN), quien marcó el tono de agresividad en el debate cara a cara televisado a cuatro días del balotaje.
Un ataque al que el candidato de la nueva formación En Marche! respondió con el mismo tono: "Usted es la auténtica heredera de un apellido, de un partido, de un sistema que prospera en el odio de los franceses. Desde hace 40 años tenemos a los Le Pen candidatos".
El punto más álgido del enfrentamiento se dio en el tema de la lucha antiterrorista en un país muy golpeado por los más de 230 fallecidos en atentados yihadistas en los últimos dos años. Le Pen dio sus recetas ya conocidas: eliminación del espacio de libre circulación de Schengen, restablecimiento de controles fronterizos y "expulsión inmediata" de los sospechosos de radicalización. Y Macron fue implacable al asegurar que estas propuestas llevarán "a una guerra civil" en Francia.
La economía ocupó también buena parte del debate. Macron volvió a defender la reforma laboral que está en el centro de su programa y que priorizará los acuerdos empresariales por encima de los sectoriales, una medida que, según dijo, "dará agilidad a las empresas y seguridad a los trabajadores". Para Le Pen, en cambio, se trata de una propuesta que solo traerá "precariedad" y fabricará "más desempleados".
Macron negó en todo momento su condición de candidato del establishment neoliberal que le endilgó Le Pen, debido a que fue parte del actual gobierno de François Hollande, primero como consejero económico y luego ministro del mismo sector.
El candidato centrista aseguró entender la rabia de muchos de los electores franceses que votaron por el Frente Nacional pero le dijo claramente a Le Pen que no es ella la solución, que su "discurso del odio solo atiza la cólera".
Después del intenso debate, un primer sondeo, publicado por la cadena BFMTV, reveló que la mayoría de televidentes creyeron que Macron fue más convincente que Le Pen, por 63% frente a un 34%. Con este resultado, Le Pen podría doblar el porcentaje de votos conseguido por su padre en las presidenciales de 2002 (20%), lo que es un avance enorme pero no suficiente para ganar las elecciones.
(Foto de cabecera: EFE)
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