La conmemoración del vigésimo aniversario de la liberación de los rehenes secuestrados en la residencia del embajador del Japón por terroristas del Movimiento Revolucionario Túpac Amaru (MRTA) ha causado roces entre políticos de diferentes bancadas.
Todo inicio con la presentación del proyecto de ley de Luciana León que declaraba héroes a los comandos que participaron en la operación militar llevada a cabo el 22 de abril de 1997. La iniciativa, finalmente, fue aprobada en la Comisión de Defensa pero la polémica se generó a raíz de las declaraciones que el congresista Justiniano Apaza (Frente Amplio) dio a la prensa sobre la norma:
"Voy a dar una opinión muy personal porque a nivel de bancada no la tenemos. ¿Si deben o no ser considerados héroes? Creo que no. Porque los héroes son los que sacrifican con principios e ideales la defensa de algún problema de la nación", fueron sus palabras. Agregó que algunos emerretistas eran "presos políticos".
Las críticas no se hicieron esperar desde diferentes bancadas. Incluso, dentro del mismo Frente Amplio más de uno discrepó de las declaraciones de Apaza, entre ellos Marco Arana y Marisa Glave.
Precisamente, en declaraciones a la prensa, la congresista calificó a los comandos de Chavín de Huántar como 'héroes de la pacificación' (en consonancia con la propuesta del legislador Richard Arce para otorgarles ese calificativo) y recordó que la lucha contra el terrorismo también tiene héroes civiles, como María Elena Moyano, asesinada por Sendero Luminoso.
"Cualquier persona que cumple con su deber en una situación de riesgo podría ser declarada como héroe. Y en ese punto entiendo que el congresista Richard Arce ha planteado que sean declarados 'héroes de la pacificación' y creo que eso se puede discutir en el debate [en el Pleno]", expresó.
En otro momento criticó el maltrato y la utilización política de los militares que participaron en la liberación de los rehenes.
"El problema es que, junto con el operativo Chavín de Huántar, hubo un subgrupo, el de los llamados 'gallinazos', que están utilizando el heroísmo de los comandos para ocultarse de la justicia", afirmó.
Con ello, Glave hace referencia a la ejecución extrajudicial del terrorista Eduardo Cruz Sánchez conocido como Tito. Los indicios apuntan al coronel EP (r) Jesús Salvador Zamudio, a quien se le acusa ser el líder de los 'gallinazos', grupo formado por el Sistema de Inteligencia Nacional (SIN) que en ese entonces estaba a cargo de Vladimiro Montesinos.
En otro momento exigió explicaciones sobre el destino del dinero que donó Japón para los comandos de Chavín de Huántar y que "el fujimorismo y el señor [Alberto] Fujimori no contestan dónde está". Recalcó, a su vez, que el terrorismo no debe volver a repetirse en nuestro país.
[Foto de portada: Flick del Congreso de la República]
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