El congresista Justiniano Apaza (Frente Amplio) generó polémica al decir que los militares del comando Chavín de Huántar, que rescataron a los rehenes que tenía el MRTA en la residencia del embajador japonés en 1996, no deberían ser considerados héroes. Los fujimoristas salieron a atacar al parlamentario de la bancada izquierdista e incluso a acusarlo de pro-terrorista. Pero, más allá de ataques y aclaraciones, ¿qué debería quedar luego de este debate?
Jorge Bracamonte, secretario ejecutivo de la Coordinadora Nacional de Derechos Humanos (Cnddhh) propone que el debate debe ir más allá para reconocer los "innumerables esfuerzos desplegados" desde las Fuerzas Armadas, policiales y población civil para enfrentar al terrorismo de Sendero Luminoso y el MRTA.
A través de una publicación en Facebook, Bracamonte señaló que no se deben olvidar los "horrores" que otros militares, "en nombre del Estado", cometieron sobre población civil indefensa. "Este reconocimiento supone también el rechazo de los hechos vergonzosos y cobardes que nunca más deben cometerse bajo el amparo del Estado", concluyó.
El último lunes, la Comisión de Defensa del Congreso aprobó un proyecto legislativo para declarar héroes a los militares del Comando Chavín de Huántar, que participaron del operativo de rescate a los rehenes que tenía el MRTA en la residencia del embajador japonés.
El tema de los comandos ha sido debatido en los últimos años. Pero se debe señalar la diferencia entre los militares que participaron en el rescate a los rehenes y los militares que fueron a ejecutar extrajudicialmente a los emerretistas, nos referimos a los llamados 'gallinazos'.
En este sentido, la congresista Marisa Glave (Frente Amplio) alertó que estos pueden pretender utilizar "el heroísmo para ocultarse de la justicia". Y, como señala el secretario ejecutivo de la Cnddhh, se debe distinguir claramente entre los militares que cumplieron su labor heroícamente y los que cometieron horrores.
(Foto de portada: Agencia Andina)
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