Este jueves, Estados Unidos lanzó 59 misiles contra el aeródromo militar de Shayrat, en la provincia siria de Homs, en respuesta al supuesto ataque químico del martes pasado por parte del régimen del gobernador sirio Bashar Al Asad contra la población civil de ese país, que dejó 86 muertos, entre ellos 30 menores de edad.
LaMula.pe conversó con los analistas internacionales Ramiro Escobar y Carlos Novoa, quienes dieron detalles de lo que podrían ser las razones detrás de este ataque estadounidense y las consecuencias a las que se afrontaría la potencia mundial presidida por Trump.
"Este ataque trata de mostrar una diferencia entre lo que es la política de exterior del expresidente Barack Obama y la política exterior actual mandatario Trump", señaló Novoa.
Tal como recuerda, Ramiro Escobar, este escenario se ha vivido con anterioridad en el gobierno de Obama. Los mismos componentes: un ataque químico y la tentativa propuesta de iniciar una ofensiva. Sin embargo, las negociaciones con Rusia evitaron el ataque.
"Obama en una ocasión, pasó algo así había advertido que no permitiría que se crucen líneas rojas con un ataque químico y no reaccionó. Trump quiere diferenciarse de Obama y decir: 'miren yo sí me atrevo cuando se cruza líneas rojas'", explicó Escobar.
Para Novoa, este escenario es un proceso de real politik, en el cual un país como Estados Unidos, aplicando lo que es el realismo en políticas internacionales, "tiene intereses y no tiene amigos". Así, en un contexto como el que se está viviendo y en el que se ha desatado la indignación mundial por el ataque químico del martes pasado que ha tenido carácter de tragedia humanitaria, Trump no quiere aparecer como aquel que no hizo nada y está aprovechando la coyuntura para mostrar a la ciudadanía estadounidense que viven en un país fuerte.
La ofensiva de Estados Unidos ha generado una división entre líderes internacionales, pues hay quienes han celebrado esta decisión y otros, como Rusia, han señalado que la acción militar de Washington daña seriamente las relaciones ruso-estadounidenses y calificó el acto como una agresión con pretexto inventado.
La desaprobación rusa era esperable, pues el gobernador ruso Putin es un aliado de Bashar al Asad; sin embargo, lo que llama la atención es que personajes políticos que han mostrado públicamente sus discrepancias con la política internacional de Trump, hayan aprobado, en esta oportunidad, la ofensiva.
"Curiosamente mucha gente que es contraria a Trump apoya el ataque, la propia Hillari Clinton, John McCain, Angela Merkel incluso", destacó Escobar, quien cree que esta ha sido una decisión audaz por parte de Trump para tratar de captar apoyo político al interior del país norteamericano y en el escenario mundial en general.
Novoa, por su parte, explicó que este apoyo se debe a que Trump está mostrando mano dura hacia el régimen de Al Asad y es lo que la comunidad internacional quiere, sobre todo, luego del ataque químico del martes.
Esta es una acción que marca un punto de inflexión en las relaciones entre Estados Unidos y Rusia, por lo que se descarta la posibilidad de que haya detrás una estrategia conspirativa entre estos dos países.
¿Qué esperar? El terreno es aún incierto, pues depende mucho de la respuesta de la comunidad internacional y, sobre todo, de Rusia.
"Estamos en un momento en el que no sabemos qué va a pasar, hay demasiados actores en juego, muchísimos grupos armados en Siria, entonces poner un fósforo de este tipo es un asunto bastante arriesgado", explicó Escobar.
Como él recuerda, lo que viene podría ser similar a lo ocurrido cuando EE.UU. ayudó al fortalecimiento de la oposición siria, pues en ese momento apareció o se consolidó el Estado Islámico y era una consecuencia no prevista de la estrategia norteamericana.
"En este caso, podría pasar algo así: Cae el gobierno de Bashar al Ásad y ¿quién gobierna luego?, ¿quién gana la elección?, ¿un grupo yihadista?", agregó el analista internacional.
Otro de los países que aún no se ha pronunciado y que genera expectativas por su poder militar es Corea del Norte. De acuerdo a Novoa, Kim Jong-un está midiendo el costo-beneficio de su accionar, pues si bien "tiene armas letales, sabe que al día siguiente de que lo usen Corea del Norte desaparecerá".
Es probable que esta sea un accionar aislado por parte de Trump, aunque ya se sabe que el mandatario estadounidense es impredecible. Lo que es casi seguro es que Trump va a medir qué tanto ha perjudicado el ataque a Al Asad y con ello modificará su postura en política internacional.
"No creo que EE.UU quiera comprarse un pleito a largo plazo, esta ha sido una reacción a una ofensiva que ha tenido un carácter de tragedia humanitaria. Creo que es más un golpe propagandístico que ha usado Trump respecto de un tema internacional latente y que en esta oportunidad ha tenido un componente de catástrofe humanitaria", concluyó Novoa.
Como se sabe, el ataque estodunidense ha provocado 16 víctimas mortales, 9 civiles (entre ellos 4 menores) y 7 militares.
DATO:
La medida estadounidense ha sido unilateral; es decir no ha sido consultada con la ONU para tener apoyo y sea un ataque mancomunado o recibir las discrepancias y evitar la ofensiva. Esto podría ocasionar protestas, pero nada más allá de ello.
Como se sabe, Bush ya hizo algo parecido y de acuerdo a lo mostrado por Trump es esperable una actitud como esta.
(Foto de portada:La Prensa)
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