Las acciones de Graña y Montero (GyM) se volvieron a desplomar, tanto en la Bolsa de Valores de Lima como la de Nueva York, donde también cotiza, en medio de la crisis reputacional que afronta por las imputaciones de que estuvo al tanto de las coimas pagadas por su socia Odebrecht en grandes obras de infraestructura en el Perú, lo que provocó además a que la plana mayor de la constructora peruana renuncie.

El lunes, el precio de la acción común de GyM cayó 32% al inicio de la sesión de la plaza local y se negociaba en S/.1.50 a media jornada. A la misma hora, en la bolsa de Nueva York su acción bajó 29% y llegó a los US$2.36. El viernes el desplome fue de 33%.

Esta situación también está impulsando la venta masiva de las acciones de Graña y Montero en la bolsa de Lima. De hecho, JP Morgan recomendó vender los títulos de la compañía peruana ante la incertidumbre respecto a su capacidad para ganar nuevas licitaciones de proyectos, lo que eleva las dudas sobre la sostenibilidad a futuro de la empresa.

A esto se suma inminente la demanda contra GyM de seis firmas de abogados estadounidenses por la posible afectación a sus intereses debido a la caída bursátil de la compañía peruana.

Todo esto ha hecho disparar la preocupación no solo de las cuatro AFP que operan en el Perú y que tienen S/1.300 millones de fondos de sus clientes en acciones de GyM, sino también de la Superintendencia de Banca, Seguros y AFP (SBS), que convocará esta semana a las administradoras para definir el plan de acción ante esta situación.

Así, el Gerente General de AFP Integra, Aldo Ferrini, dijo que la junta de accionistas de Graña y Montero prevista para este martes será clave para que la constructora explique cómo llegó a esta crisis y qué medidas afrontará para superarla.

"Después de la reunión sabremos qué camino seguir. El objetivo principal es preservar y dar mayor valor a los afiliados, que no se verán afectados porque las acciones de las AFP en GyM representa menos del 1% de los fondos invertidos. Como AFP vamos a cumplir nuestro rol a cabalidad, pero también a exigir las explicaciones del caso. Es una obligación, pero también es un derecho que tenemos como accionistas", refirió el ejecutivo, citado por La República.

Por su lado, la presidenta de la Asociación de AFP, Giovanna Prialé, informó que las administradoras de pensiones están implementando un canal de comunicación con sus afiliados para ponerles al tanto de sus fondos.

"Hay varios temas que estamos trabajando en conjunto a través de los canales de servicio al cliente (correos, redes, teléfonos) para brindarles toda la información que requieran", explicó.

"En el caso de las personas que están próximas a jubilarse, se van a contactar directamente con ellas, porque entiendo que son un número menor. Se les atenderá cualquier consulta que puedan tener y ayudarlas en el proceso de solicitar sus pensiones", agregó.

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