El controversial presidente ruso, Vladimir Putin, acaba de firmar una ley aprobada en el Congreso, que autoriza la violencia doméstica ejercida por el jefe de hogar. Este fue el paso final para reducir los recursos judiciales de las víctimas así como las condenas para los agresores.

La ley que Putin promulgó sin hacer caso a las críticas señala que las agresiones que causen dolor físico, pero no lesiones, y dejen moretones, arañazos o heridas superficiales a la víctima no serán consideradas un delito, sino falta administrativa.

Solo cuando el agresor golpea al mismo familiar en más de una ocasión dentro del periodo de un año o le genera lesiones graves, podrá ser procesado por la vía penal y castigado con cárcel, y eso si la víctima logra demostrar su culpabilidad, ya que la justicia no actuará de oficio en estos casos.

El origen de la polémica ley se dio en la Comisión de Familia, Mujer e Infancia del Parlamento ruso (Duma), cuyos miembros alegan que solo quieren despenalizar las agresiones que no ocasionen daño a la salud de las víctimas. 

La diputada ultraconservadora Yelena Mizulina, miembro del grupo en mención y autora de la ley, argumentó durante el debate legislativo que por culpa de "una cachetada" se están rompiendo familias enteras. 

Mizulina señaló que "las relaciones entre padres e hijos se basan en la autoridad de los padres. Las leyes deben apoyar esa tradición familiar y el sistema de valores que la sociedad mantiene".

Esta no es el primer la primera vez que la funcionaria promueve una ley contra los derechos civiles. Estuvo a favor de la ley contra la "propaganda gay", que prohíbe hablar en público de “relaciones sexuales no tradicionales" y penaliza las marchas por los derechos de la comunidad LGBTI y penas de cárcel para los activistas.

Detractores de esta medida señalan que podría agravar la situación ya crítica de casos de violencia intrafamiliar en Rusia. Entre 12.000 y 14.000 mujeres mueren todos los años a manos de sus parejas, según datos difundidos por el Ministerio de Interior ruso en 2008, mientras otras fuentes hablan de que una mujer muere cada 40 minutos en este país por la violencia de género.

Por eso, poco después de que el proyecto, ahora convertida en ley, comenzó a ser discutido en el Parlamento, más de 175.000 personas firmaron un petitorio para pedir que las autoridades redacten una nueva norma que respete a las víctimas de violencia de género.

Penas administrativas:

• Una multa de entre 5.000 rublos (unos 80 dólares) y hasta 30.000 rublos (unos 500 dólares)

• Detención administrativa de entre 10 y 15 días

• Entre 60 y 120 horas de servicios comunitarios


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