El republicano evangélico de tendencia ultraconservadora Mike Pence es ya desde este viernes el nuevo vicepresidente de los Estados Unidos gracias al recientemente inaugurado gobierno de Donald Trump. Sin embargo, desde las comunidades afectadas por sus posturas en contra del reconocimiento de derechos se ha preferido hacer un llamado a la resistencia y no quedarse brazos cruzados, agregando además una cuota de alegría a lo que supone para ellos, sin duda, un trago bastante amargo.

Así lo demostraron la noche del último jueves varios miembros de la comunidad LGTBI estadounidense, que llegaron hasta la calle en donde estos días Pence alquilaba temporalmente una casa en Washington DC para llevar a cabo una fiesta-protesta contra sus ideas contrarias a la diversidad sexual.

Varias redacciones han celebrado el resultado de la concentración, la misma que se llevó a cabo con normalidad aunque resguardada por fuerzas policiales para que los participantes que no llegaran hasta el mismo frontis de la residencia de Pence.

"La fiesta-protesta fue convocada por WERK for peace, una organización fundada tras el tiroteo en un club de Orlando. Los asistentes se acercaron a la casa de Pence en Maryland para protestar de manera divertida por sus posiciones contrarias a la diversidad sexual. Y el resultado fue magnífico", contó Global Citizen.

Los activistas llegaron con disfraces de distintos colores, banderas LGTBI y de la comunidad trans y sobre todo mucha alegría, que le puso uno cuota distinta al aburrido vecindario elegido por el ya vicepresidente.


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