Nadie se lo esperaba. Luego que había dicho que estaba atado de manos y solo pudo suspender el cobro del peaje en Puente Piedra, la noche de la serenata a Lima, el alcalde Luis Castañeda Lossio anunció que "el peaje de Chillón no va".
A la mañana siguiente de su anuncio, Castañeda fue interceptado por los reporteros y no supo explicar cómo es que logró el supuesto acuerdo y se excusó diciendo que la negociación con la empresa Rutas de Lima era reservada.
Si bien la medida era necesaria, ya que, como dice el regidor Hernán Núñez, "el peaje era insostenible socialmente y nunca hubo la intención de generar diálogo"; esta fue una "evidente movida política". "Las encuestas lo han golpeado, es la primera vez que tiene, en sus tres períodos como alcalde, tanta desaprobación", dijo a LaMula.pe el regidor de oposición.
Antes del anuncio de Castañeda, se realizaron dos multitudinarias protestas, que dejaron heridos y detenidos, y en los días previos, las encuestas de Ipsos y Datum mostraron que la desaprobación del alcalde supera ahora el 50%.
Las marchas contra el peaje se debían a que los vecinos consideraban excesivo el cobro de cinco soles de ida y otros cincos de vuelta. Además, como señala Núñez, "la implementación del peaje fue ilegal, ya que se hizo incumpliendo lo que señalaba el contrato de concesión que decía que se establecía siempre y cuando se concluyeran las obras en la Panamericana Norte, hecho que no ha ocurrido".
Calmadas las aguas en Puente Piedra con la suspensión de la tercera marcha contra el peaje, que se iba a realizar este jueves, ahora los limeños se deben preguntar ¿Cómo se llegó a este acuerdo? "Creo que está bien este anuncio, habrá paz social en Puente Piedra, pero como contraparte ahora hay modificaciones al contrato que no conocemos", dice el regidor de oposición.
La preocupación del regidor se debe a que el contrato original con Rutas de Lima estipulaba que, en caso el peaje se deje de cobrar, la compensación iba a ser asumida por la Municipalidad de Lima. "No puede modificar el contrato solamente desde un lado, se debe hacer con voluntad de ambas partes porque podrían venir penalidades por incumplimiento del contrato", recuerda.
Además, toda modificación sustancial al contrato se hace a través de una adenda, cosa que no se ha dado porque debe ser aprobada por el Ministerio de Economía. La negociación entre Castañeda y Rutas de Lima es, por el momento, un misterio. "Es una renegociación de unos términos y cambios al contrato que el Concejo desconoce y no sé si los funcionarios cercanos al alcalde lo conocen", dice Núñez.
Estos son puntos que Castañeda debe explicar. "Lo que el alcalde debe aclarar es cuáles son las modificaciones al contrato original porque es evidente que si tu quitas el nuevo peaje, que está contemplado como parte de la concesión, alteras el equilibrio económico del mismo", afirma el regidor.
¿Qué opciones hay? Núñez dice que podrían ser dos: "incrementar la concesión o tal vez lo que el alcalde ha querido decir es que el peaje de Chillón no va, pero ese peaje lo van a poner en otro lado". "El alcalde Castañeda tiene que decir en qué términos ha quedado con la empresa", afirma.
En este sentido, los antecedentes de Castañeda son negativos. Núñez recuerda que las modificaciones a la concesión Línea Amarilla recién se conocieron cuando ya se habían hecho todos los cambios y se desviaron los fondos de Río Verde para construir el bypass de 28 de julio.
Como dice el regidor de oposición, mientras Castañeda no explique al Concejo ni a la población, "solo generará más dudas que certezas y se tejen incertidumbres y dudas sobre cuál es la contraparte sobre estas negociaciones".
(Foto de portada: Congreso de la República)
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