A finales de noviembre, un psicosocial recorrió las calles de Huaycán: se decía que había una pareja que traficaba con órganos en dicha localidad del distrito de Ate, y que para eso estaban buscando a los niños con dicho objetivo.

Difundido por las redes sociales y hasta por megáfono, la mentira hecha verdad pegó en la población local, que de inmediato tomó sus precauciones y buscó sospechosos. El último 1 de diciembre, dos encuestadores de la empresa Quantum que trabajaban en el lugar casi pagan los platos rotos, pues estuvieron a punto de ser linchados. 

La policía tuvo que intervenir para calmar las aguas, pero estas se desbordaron. El resultado: una mujer muerta a causa de una bala perdida, decenas de heridos y una treintena de detenidos, sindicados como responsables. 

Con estos últimos, la policía procedió, con la venia de la Fiscalía, de la misma manera que los habitantes de Huaycán. Y entonces justos pagaron por pecadores. Más que "levantarse" a quien pudieran, el modus operandi usado para la detención de los sospechosos tuvo que ver más con prejuicios sociales y raciales.

Es el caso de Ronald Christian Grados Arias, de 34 años, bachiller en Educación Física en la Universidad de San Marcos y profesor de danzas en el Colegio Saco Oliveros. También es director de la Asociación Cultural Illariq e integrante de la Hermandad del Señor de los Milagros de Huaycán.

CHRISTIAN GRADOS CARGANDO EL ANDA DEL SEÑOR DE LOS MILAGROS EN OCTUBRE.

El día de los acontecimientos, Grados fue en busca de su hija para ponerla a buen recaudo; e incluso pidió a los transeúntes que fueran a sus casas para ponerse a salvo. Los policías, al verlo vestido en ropa deportiva, lo detuvo y lo golpeó, pese a que los vecinos gritaron que era profesor de danza. Según el abogado y activista de derechos humanos Wilfredo Ardito, "vieron a un negro en buzo y les pareció sospechoso" .

Grados ha sido enviado a Seguridad del Estado, en la unidad que atiende casos de terrorismo, donde según sus familiares y amigos, ha sido golpeado y torturado junto a los demás detenidos. Además, ha sido presentado como "cabecilla y azuzador" de los acontecimientos del 1 de diciembre.

Además de Grados, hay al menos otras diez personas detenidas injustamente, entre ellos Miguel Ángel Huaroc, que sufre de epilepsia y José Luis Cosme, que tiene hidrocefalia. Por todos ellos, los vecinos de Huaycán han pedido su libertad inmediata.

Afiche de actividad por la libertad de Christian Grados.

El ministro del Interior, Carlos Basombrío, y las autoridades pertinentes deben pronunciarse al respecto, ya que Grados y compañía ya han pasado navidad entre rejas sin ser los autores de los hechos del 1 de diciembre. Y gracias a la detención preventiva de nueve meses dispuesta por la justicia, están cerca de recibir el año nuevo en prisión.

Foto de cabecera: Ministerio del Interior.

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