Semana clave y decisiva para el Gobierno ante la inminente caída del ministro Jaime Saavedra en el Congreso a manos de la mayoría fujimorista. Aunque las últimas declaraciones del presidente Pedro Pablo Kuczynski han dejado entrever que el camino que tomaría el Ejecutivo es que el titular de Educación -a quien van a respaldar y defender públicamente hasta el final- enfrente la censura -porque no va a renunciar- y que sea el fujimorismo el que asuma el pasivo político de tumbarse a uno de los impulsores de la reforma educativa y uno de los funcionarios con mayor aceptación, en los días y horas que quedan por delante, la situación podría variar, más aún con un PPK que ha tenido posiciones cambiantes en asuntos relevantes.
Uno de los temas que más debate y discusión ha generado es cómo enfrentará la crisis el Gobierno, o dicho de otra forma, cómo debe plantarle cara al fujimorismo. Es decir, si se debe o no plantear la cuestión de confianza para evitar la censura de Saavedra, pese a que en el Ejecutivo la mayoría, incluido el presidente y el premier Zavala, se inclina por evitar un escenario así, porque implica un alto riesgo y abre la puerta a un periodo de inestabilidad política de consecuencias imprevisibles.
Sea como fuere, la decisión final es del presidente. Hay quienes piensan que el único camino que le queda a PPK es la cuestión de confianza; otros que esa salida no es la que le conviene al país en estos momentos, porque los escenarios que abre son variados y azarosos, como explicó en Lamula.pe el analista Iván Lanegra. Incluso hay voces que le piden al mandatario que, en uso de la facultad que le da la Constitución -si opta, claro, por la cuestión de confianza y el fujimorismo censura a dos gabinetes consecutivos- cierre el Congreso ("Haga cuestión de confianza y acabemos con esa falsa mayoría congresal", es el mensaje que 'Popy' Olivera le envió a PPK, por ejemplo).
A continuación, recopilamos cinco opiniones de periodistas, politólogos y políticos a favor y en contra de la cuestión de confianza, y sus respectivos argumentos.
1. Augusto Álvarez Rodrich
El periodista y columnista de La República está a favor de la cuestión de confianza, porque -dice- más allá de los riesgos que implica esta decisión, no le conviene al país un gobierno que se convierta en "marioneta de un Congreso manejado por una mayoría aplastante y con agenda cada vez menos oculta", que implica, a su entender, desde colocar a fujimoristas de peso en puestos clave, hasta forzar un indulto a Alberto Fujimori. "Si ello no ocurre, el fujimorismo bruto y achorado de hoy, distante del que se camufló hace un año en Harvard, no parará hasta la vacancia presidencial", alertó.
"Antes de que ello ocurra, PPK necesita salir al frente para equilibrar las fuerzas con el fin de mejorar la posibilidad de una negociación inteligente y balanceada que beneficie al país. (...) Por paradójico que se vea, la cuestión de confianza, a propósito de la censura a Saavedra, es hoy un instrumento constitucional imprescindible para defender la democracia de quienes la están mellando, y para la perspectiva de progreso del lustro. La culpa de llegar a ese extremo es del fujimorismo, y la responsabilidad de liderar la respuesta es de PPK. Los presidentes tienen en su mandato unos pocos momentos cruciales en los que se citan con la historia. El actual es uno. Es el momento de liderar y convocar, porque no está solo en el esfuerzo, pero, principalmente, de liderar. Esta es la hora de PPK".
2. Rosa María Palacios
Para la abogada y periodista hay un solo camino que le queda a PPK: la cuestión de confianza, porque la lideresa de Fuerza Popular, Keiko Fujimori, ya dio muestras más que evidentes de que no quiere negociar nada, que no le importa el país y menos la educación.
"Lo anunció desde el primer día. Gobernará con su bancada y desde las sombras. Ella sostiene en privado que le robaron la elección, que hubo fraude y que ella regresará para recobrar lo que le pertenece. No ha pedido nada, no ha ofrecido nada. Le han regalado todo lo que han creído le favorece, sin ningún resultado. Los 72 votos en el Congreso son su punta de lanza para reclamar la Presidencia para sí y va por ella, hoy, no el 2021. Solo necesita 88 votos (...) Hay un camino. Un solo camino. La cuestión de confianza. Si no se usa esta semana, este gobierno ha concluido. ¿No me creen? Si Saavedra es censurado por corrupto como gritaba la prepotencia de los 72 votos (y todos sabemos que mienten), ¿por qué Kuczynski, Aráoz y Vizcarra no van a ser incapaces morales? Se les vaca y se les inhabilita por 10 años. Con cualquier excusa. Ese será su castigo y el nuestro, para así entrar a la época más oscura de nuestra historia".
3. Martín Tanaka
El politólogo sostiene que la sangre en el ojo es lo que explica la actitud prepotente y arbitraria del fujimorismo, aunque no cree que detrás de la censura de Jaime Saavedra haya un plan "malévolo" y "sofisticado" para vacar al presidente. "Esta línea de conducta es totalmente autodestructiva para ellos, no hace sino validar la peor imagen que construyen de ellos los antifujimoristas acérrimos, los aleja de potenciales apoyos y simpatías imprescindibles para salir de su ghetto. Si personas como Jaime de Althaus, Jorge Trelles, Aldo Mariátegui, César Nakazaki o César Luna Victoria se han pronunciado en contra de la censura, estamos ante un mensaje que Keiko Fujimori debería atender", subraya en La República.
"Frente a esto, ¿qué debería hacer el gobierno? Creo que mantenerse firme en la reforma de la educación, básica y superior, y en la propuesta de combate a la corrupción, para lo cual es clave implementar las propuestas del excelente informe de la Comisión Presidencial de Integridad. Mostrar claramente de qué lado está la razonabilidad y de qué lado la prepotencia, ganar la batalla ante la opinión pública, la única fuente de sostenimiento con la que cuenta. Quienes apelan a hacer de la permanencia de Saavedra una cuestión de confianza de todo el gabinete, me parecen que pecan de ingenuos. El Congreso cuenta con muchos recursos para evitar ser cerrado y al mismo tiempo hacerle imposible la vida al Ejecutivo. La guerra entre poderes termina inevitablemente en la destrucción mutua. Quienes ganarían son algunos de los que estarían observando la batalla desde el balcón".
4. Carlos Meléndez
El analista político señala en El Comercio que la crispación política actual confirma que la polarización de la campaña no se ha superado y que el caso Saavedra solo fue el pretexto de choque entre fujimoristas y antifujimoristas, en un contexto en que los primeros imponen de forma injusta la censura del ministro de Educación y los otros exigen una defensa irresponsable de este que tiene, como colofón, un enfrentamiento "disolutivo" de poderes.
"El fujimorismo presiona desde su hegemonía legislativa, afincándose en la legitimidad de las urnas. El antifujimorismo acude a sus principales ‘líderes de opinión’ para azuzar desde las redes sociales y –dizque– la ‘calle’. ¿Podrá el presidente Kuczynski zafar del ‘pan con pescado’? (...) Como resultado de estos desencuentros, el debate se degrada. Priman los estereotipos y las teorías conspirativas al intercambio de ideas. La agresividad de las redes sociales toma protagonismo y todo se explica por la teoría de los seis grados de separación. Que una congresista fujimorista tenga una foto con una funcionaria acusada de corrupción ya es prueba de delito. Que una activista antifujimorista sea contratada por una consultoría en Minedu es la prueba del arreglo. Bloggers, tuiteros y ‘líderes de opinión’ toman por asalto los foros y arrinconan al Ejecutivo. ¿Sabrá PPK tener talante de estadista y dar el paso adelante que le permita salir de la polarización que lo pinta como ‘lame duck’ en apenas cuatro meses? Seguir con la política educativa prescindiendo de personalismos sería una alternativa al falso dilema impuesto".
5. Julio Guzmán
El excandidato presidencial defendió la cuestión de confianza. De hecho, emplazó al presidente Kuczynski a que la plantee en un mensaje en su cuenta de Facebook, porque considera que, a poco más de cuatro meses de haber asumido el poder, el Gobierno "ya cedió demasiado" ante el fujimorismo.
"Este es el momento de demostrar las herramientas que tiene un sistema democrático presidencialista, con firmeza y con la legitimidad que el apoyo popular le otorga a un principio tan básico y noble como lo es la educación (...) Kuczynski tiene que tener claro que el Poder Ejecutivo es el que gobierna y no el Congreso, y también debe recordar que fue elegido para hacerle frente al autoritarismo y la corrupción. No puede traicionar esa confianza y ese mandato ... el Ejecutivo debe entender, de una vez por todas, que la cancha ya quedó bien trazada; de un lado están los que luchan por el progreso y la felicidad de los peruanos, y del otro las mafias y los parásitos de los dineros del Estado y los ahorros de las familias peruanas".
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