Pese a que falleció hace 13 años, la figura del escritor chileno Roberto Bolaño ha estado más presente que nunca, especialmente en América Latina y España. Su obra literaria sigue teniendo demanda, incluso más que en la época en la que estaba vivo; y mucha gente destacada en el mundo de la pluma ha expresado admiración por él.

Sin embargo, en esta semana su nombre ha estado en boca de todo el ambiente literario no por su obra; sino por un fuego cruzado, hecho visible en diarios españoles, entre un agente literario y un crítico, por un lado; y su viuda, Carolina López, por otro. Esta última ha permanecido con perfil bajo desde que quedó viuda de Bolaño en el 2003.

Todo comenzó en marzo de este año, cuando Alfaguara anunció que reeditaría toda la obra de Bolaño, incluida una novela inédita. Esto fue posible gracias a un acuerdo entre la editorial y la agencia Wylie, que representa a los herederos del escritor. 

De esta manera, se puso fin a la relación que mantenían con Anagrama, del editor Jorge Herralde, quien fue gran amigo de Bolaño en vida, y que en todos estos años había editado obras como 2666, Los detectives salvajes, La pista de hielo, entre otras.

La noticia fue un remezón en el ambiente literario, como cuando en el fútbol un jugador se pasa a otro equipo luego de años de vestir una sola camiseta. No hubo mayores comentarios por varios meses, hasta que en septiembre, Alfaguara estrenó la Biblioteca Roberto Bolaño; y anunció que el 3 de noviembre, su novela inédita, El espíritu de la ciencia-ficción, vería por fin la luz.

A raíz de la presentación, el crítico español Ignacio Echevarría publicó, el 23 de septiembre, un artículo titulado "Roberto Bolaño borrado", en el suplemento El Cultural, del diario El Mundo:

"Por lo que sé, no han sido razones económicas ni de estrategia editorial las que han determinado que la obra de Bolaño pase a publicarla otro sello (...) Lo cierto es que hacía ya varios años que las relaciones de Carolina López, la viuda del escritor, con Jorge Herralde y su mujer Eulalia Gubern, otrora cordiales, habían quedado unilateralmente suspendidas".

Allí, insinúa que la decisión de López de romper con Anagrama habría estado relacionado con que tanto él como Herralde fueron testigos de una relación sentimental paralela que el escritor habría tenido en sus últimos años de vida:

"Dado que mi proceder como ‘editor' de las tres obras póstumas de Bolaño en las que tuve participación me parece muy poco reprochable, hay que buscar la causa de la decisión de Carolina en razones personales, y éstas señalan en una sola dirección: mi buen entendimiento con Carmen Pérez de Vega, la mujer con la que Roberto Bolaño mantuvo un larga y estrecha relación sentimental durante los últimos años de su vida (en especial los tres últimos, en que la relación se afianzó y se hizo más o menos pública)".

Más de un mes después, quien le puso más sal a la comida fue el mismo Herralde, con unas declaraciones que brindó al diario español La Vanguardia:

"Desde el 2007 no tengo contacto directo con ella (López), solamente a través de agentes y abogados (...) los herederos no nos han retirado sus títulos por una cuestión de dinero, sino porque formábamos parte de aquellos amigos íntimos a quienes nos había presentado a Carmen como su novia, con la que yo mantenía un trato esporádico y cordial"

LA RESPUESTA DE CAROLINA LÓPEZ

La declaración de Herralde habría sido la gota que derramó el vaso, y obligó a López a salir de su habitual perfil bajo, con un artículo que publicó en el diario El País (el más leído en Iberoamérica) el pasado 22 de noviembre, titulado "La verdad sobre Roberto Bolaño":

"La reciente publicación de la novela inédita El espíritu de la ciencia-ficción y la cesión de los derechos de la obra de Roberto a Alfaguara y no a Feltrinelli (sucesora de Anagrama) se debe únicamente a razones profesionales. La propuesta que realizó Alfaguara en el marco de las negociaciones en las que intervino mi agente, Andrew Wylie, fue mucho más ventajosa para la obra de Roberto. No solo en lo económico. Alfaguara tiene una mayor presencia en Latinoamérica, donde sus libros cuestan menos, algo fundamental para garantizar el acceso de los lectores a su obra. Debe destacarse, además, que cuando Roberto murió, sólo hacía siete años que publicaba en Anagrama".

Sobre el fin de su contacto con Herralde, López explica:

"Mi pérdida de confianza en Herralde se inició en 2008, cuando revisé los contratos. Me percaté de que en 2005 Anagrama había formalizado sin mi autorización un pacto por el cual estábamos pagando comisiones mucho más altas de lo habitual. Si las comisiones rondaban de costumbre el 20%, mis hijos y yo pagábamos entre un 35% y 55%. Anagrama prolongó la vigencia de los contratos hasta 2015 y amplió el límite de ejemplares que podía editar hasta la inverosímil cifra de 5.000.000 cuando los topes de los contratos anteriores eran de 20.000 ejemplares. Además, cuando se firmó el referido contrato en 2005, ya había caducado la vigencia de varias obras por haberse superado el límite de edición, todo ello sin abonar el adelanto habitual". 

Acerca de Echevarría, la viuda de Bolaño aclara:

"nuestra relación profesional quedó rota en 2005 porque, igualmente, perdí la confianza en él. En el trabajo de coordinación de la edición del libro El secreto del mal tuve conocimiento de que había difundido por correo electrónico a terceras personas el manuscrito inédito de dicha obra sin pedir mi autorización y antes de haber firmado contrato alguno. Valoré esto como una frivolidad y una falta de responsabilidad. Cuando le pregunté por ello reconoció su error, pidió disculpas y dimitió de su cargo. Miente, pues, cuando afirma que lo despedí. Y miente cuando relata los motivos. En su día, él mismo encontró justificada su dimisión, como se constata en el correo electrónico que me envío el 9 de octubre de 2005: 'Lamento muy sinceramente haber decepcionado tu confianza. (...) Me hago cargo de lo que puede suponer una pérdida de confianza y asumo enteramente mi responsabilidad'. "

Finalmente, Carolina López explica que la salida de Anagrama se debe a "argumentos profesionales": 

"es absurdo que Herralde y Echevarría decidan por despecho quién fue, y desde cuándo, su pareja. Con gran dolor, mis hijos y yo estamos pagando, me temo, las consecuencias de nuestra salida de Anagrama".

No sabemos si habrá réplica de Echevarría y Herralde; pero este intercambio de artículos y declaraciones, que por parte de López no continuará más según ella misma ha asegurado, ha causado una tormenta en el ambiente literario español, y curiosidad entre los lectores latinoamericanos. 

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