El presidente electo de los Estados Unidos, Donald Trump, nominó el viernes a tres personas para puestos clave de su Gobierno, que arranca oficialmente el próximo 20 de enero. Jeff Sessions será el nuevo fiscal general; Mike Pompeo dirigirá la CIA; y el general Michael Flynn ejercerá de consejero de Seguridad Nacional. 

Todos son del círculo más cercano del magnate y se sitúan en el ala más radical de la derecha del país. Los tres 'halcones de raza', cuyos antecedentes es lo que ha generado gran controversia, pero que están en la línea que marcó la campaña que encumbró a la Casa Blanca a Trump, quien se erigió como el candidato de la 'mano dura'. Según la tesis trumpiana, EEUU ha dejado de ser un país seguro por culpa del presidente actual, Barack Obama

Recordemos sino los momentos 'cumbres' de la carrera del magnate racista y xenófobo hacia el Salón Oval, como cuando manifestó que le "gusta mucho" el waterboarding [tortura por ahogamiento]. "No creo que sea lo bastante duro", alegó. También abogó por prohibir la entrada de musulmanes al país y acusó a la administración demócrata de haber creado el grupo terrorista ISIS (siglas en inglés del autodenominado Estado Islámico).

el presidente electo de EEUU, donald trump, nomina a tres 'halcones' para puestos claves.

La primera clarinada de alerta fue el nombramiento de Steve Bannon, un agitador de la derecha más rancia estadounidense, como el principal estratega de la Casa Blanca. Esta nominación y las que se conocieron el viernes parecen marcar el derrotero que seguirá Trump al frente de la mayor potencia del mundo, lo que contradice la moderación que mostró en sus primeras intervenciones tras derrotar a Hillary Clinton el 8 de noviembre pasado, y que hacían pensar a muchos, entre ellos al mismo Obama, que el magnate no haría todas las barbaridades que prometió en campaña.

Sessions

El próximo fiscal general de los EEUU tiene un largo historial racista, que comenzó en 1985, cuando el Partido Republicano, que en ese entonces tenía el control del Congreso, rechazó su nominación como juez. ¿La razón? Era "demasiado racista". Sus posturas respaldan esa afirmación. Por ejemplo, dijo que el único problema con el Ku Klux Klan es que algunos de sus miembros fuman marihuana; también llamó "traidores a su raza" a abogados blancos que defienden a clientes negros. 

Jeff Sessions en una imagen de 2013. (EFE)

Ahora, 30 años después, Donald Trump le da uno de los cargos con más poder en el país. Reemplazará a Loretta Lynch, la primera mujer negra en ocupar ese puesto, hija de un matrimonio que luchó contra la segregación. Entre otras funciones, Jeff Sessions supervisará que se cumplan los derechos civiles y las leyes de igualdad en EEUU.

Pompeo

Es congresista por Kansas y otro personaje clave del movimiento conservador más radical, el Tea Party. Ganó protagonismo como vocal en el grupo que investigó el atentado en el consulado americano en Bengasi (Libia) en 2012. En ese entonces Hillary Clinton era secretaria de Estado. Mike Pompeo, conocido por su discurso incendiario, se convirtió en el mayor dolor de cabeza de la excandidata demócrata. Fue su perseguidor y fustigador.

Mike pompeo (AFP)

Este exoficial de la Armada se graduó como el mejor de su clase en la prestigiosa academia militar de West Point, de donde salen las figuras de la élite castrense de los EEUU. Luego estudió derecho en la Universidad Harvard. Su elección para estar al frente de la CIA coincide con la prioridad de seguridad nacional que pregonó Trump.

Flynn

El futuro asesor de Seguridad Nacional de la primera potencia del mundo es un general de 75 años, con tres estrellas, tildado de islamófobo y afín a Rusia, cuyo presidente, el controversial Vladimir Putín, se perfila como uno de los nuevos aliados de Trump. 

Flynn cree que el islam tiene un "componente enfermizo".  (Reuters)

Flynn sostiene que el Islam tiene “componente enfermizo”. Fue un leal colaborador de Trump durante la campaña electoral, en la que fungió de asesor de Seguridad Nacional. Ahora, en la Casa Blanca, será el encargado de hacer de enlace entre el mandatario -que no tiene experiencia política ni militar- y los departamentos que tienen que ver con la política exterior, militar y antiterrorista de la primera potencia mundial. 

Flynn fue parte del Ejército estadounidense por 33 años, además está registrado como votante demócrata y sirvió en el administración de Obama como jefe de la unidad de inteligencia del Pentágono. 

Desde su nuevo cargo, jugará un papel clave en la sombra para definir la doctrina exterior de un presidente. Además, su designación no tiene que ser aprobada por el Senado, como en los otros casos. Su llegada a esta posición de poder supone una hecho sui generis en EEUU, porque es inusual que un militar retirado se meta tanto en política.

Flynn tiene una inquina casi visceral contra Hillary Clinton. De hecho, este general abanderó los cánticos de "A la cárcel" contra la rival electoral de Trump. Esto lo acercó a las bases trumpianas más fervientes, pero le valió que varios de sus exjefes reprocharan su actitud, a lo que respondió amparándose en la libertad de expresión. "Cuando alguien dice ‘Eres un general y tienes que callarte’, yo digo ‘¿Tengo que dejar de ser americano?'", le dijo al diario The Washington Post.

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