La Ley Universitaria requiere mejoras, según analistas del sector educación. Pese a la poca visión y falta de conocimiento de los verdaderos problemas universitarios evidenciados en el proyecto del parlamentario aprista Javier Velásquez Quesquén, el cual ha sido considerado como un "retroceso" y una "amenaza" a la reforma de la educación superior, este ha estimulado el debate entre los especialistas sobre lo que realmente necesita la universidad peruana.

Con un poco de inocencia uno podría pensar que esa fue la intención inicial del congresista.

Y es que el Ministerio de Educación (Minedu) viene organizado una serie de reuniones con rectores, docentes y estudiantes para discutir los cambios que requeriría la Ley Universitaria, en especial sobre los alcances y potestades de la Superintendencia Nacional de Educación Superior Universitaria (Sunedu). Dichas convocatorias apuntan a recoger las recomendaciones que conlleve a la mejora de la norma.

El Consejo Nacional de Educación (CNE) se pronunció sobre el proyecto de Velasquez Quesquén (469-2016-CR), el cual busca eliminar la meritocracia en la designación de los integrantes del Consejo Directivo de la Sunedu además de hacer a un lado al Minedu de la supervisión de la calidad de la educación universitaria.

Una de las principales críticas de este Consejo conformado por reconocidos especialistas en Educación es que la propuesta del parlamentario aprista busca conformar el directorio de la Superintendencia por jueces y parte (rectores de universidades públicas y privadas). 

LaMula.pe conversó con uno de sus consejeros Efraín Gonzales de Olarte, quien es además vicerrector académico de la PUCP, a propósito de la Ley Universitaria y de sus detractores. Coincidió con esa serie de críticas contra el proyecto de ley 469-2016-CR y sostuvo que éste busca "traerse abajo la reforma".

"Piden que el sistema universitario no dependa del Ministerio de Educación y que la Sunedu vuelva a ser otra vez la Asamblea Nacional de Rectores (ANR). Eso es absolutamente volver al pasado", dice.

Gonzales comentó que no existe un entorno favorable para realizar un retorno de ese tipo, ya que las más importantes universidades públicas del país apoyan prioritariamente la norma -además de haberse ya adecuado-. A ello hay que agregar los pronunciamiento a favor de la ley de los centros de estudiantes y centros federados de dichas universidades, aun cuando éstos también consideren que existen cosas por mejorar -como la postura del FUSM-.

Otro de los problemas es que "antes no había un responsable político de la educación universitaria en el país", y el proyecto de ley que recibió el visto bueno del presidente de la Comisión de Educación, Lucio Ávila, exrector acusado de plagio, es que plantea eliminar esa responsabilidad de las instituciones que actualmente la tienen. Señaló que en países como Estados Unidos y Francia existen por ejemplo la Secretaria de Educación y el Ministerio de la Educación Superior, respectivamente. 

El problema es que "no se creó el responsable político, cayó por fuerza en la Sunedu, cuando la Sunedu simplemente es un organismo técnico, faltó crear o ampliar un viceministerio", dijo, en concordancia con las recomendaciones del director del Instituto de Estudios Peruanos, Ricardo Cuenca, quien ha advertido sobre la necesidad de crear un viceministerio especializado en el tema.

"El director de educación superior es un funcionario de tercer nivel, no tiene el peso político de un viceministro", dice Gonzales de Olarte.

Críticas a la actual ley

El Consejero del CNE advirtió errores en la Ley Universitaria. Uno de ellos es que los jefes de prácticas deben tener títulos profesionales.

En su experiencia como funcionario de la PUCP, Gonzales se pregunta que si en Ingeniería de dicha universidad se requiere 700 jefes de prácticas. "¿Qué ingeniero quiere ser jefe de práctica?". La tradición ha sido que los estudiantes de los últimos años las realicen, o egresados.

Otro punto crítico -añade- es que la Sunedu aplica con mayor rigor la ley para las universidades públicas que para las privadas de dudosa calidad.

"El reglamento [de la Sunedu] tiene una filosofía punitiva, y la idea es que sea una institución que promueva y ayude a que las universidades consigan sus licenciamientos, sus niveles mínimos", comenta.


(Foto de cabecera: Andina)


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