El diálogo en Venezuela, promovido por la Iglesia y que busca poner fin al conflicto político e institucional en el país, comenzó esta semana con la oposición dividida, mientras que el chavismo busca ganar terreno con un gesto: la liberación de cinco presos políticos, entre los que están Andrés Moreno, Marco Trejo, Carlos Melo y Coromoto Rodríguez.

Así lo confirmó en Twitter el alcalde Carlos Ocariz, uno de los representantes de la opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD), el movimiento que agrupa a las fuerzas opositoras y que había pedido al presidente Nicolás Maduro "gestos concretos" de voluntad de diálogo, en medio de tensiones por la suspensión del referendo revocatorio contra el jefe de Estado.

Aún está por verse cuál será el impacto de este 'gesto' del gobierno para allanar un diálogo que sigue estando lleno de escollos, pero lo cierto es que en Venezuela, de acuerdo a la oposición, hay más de cien "presos políticos", entre ellos algunos de alto perfil como Leopoldo López y el alcalde de Caracas, Antonio Ledezma.

¿Quiénes son los liberados?

De los cinco opositores liberados, Carlos Melo suele ser sindicado como uno de los líderes de las conspiraciones denunciadas por el régimen chavista. Había sido encarcelado en la víspera de La Toma de Caracas, el pasado 1 de septiembre. Se le acusó de una supuesta tenencia de  explosivos.

Andrés Moreno y Marcos Trejo, otros dos liberados, fueron acusados de supuestas ofensas a los funcionarios, debido a que aparecen en un video del Partido Primero Justicia, en el cual se dirigen a la Fuerza Armada Nacional Bolivariana, encargada del resguardo de las manifestaciones.

Otro de los que recobraron su libertad es Coromoto Rodríguez, jefe de la seguridad del presidente de la Asamblea Nacional, Henry Ramos Allup. Había sido detenido en mayo pasado, acusado de ser unos de los promotores de los disturbios que se dieron durante una caminata convocada por la MUD para demandar celeridad en la organización de un referéndum revocatorio.

¿Serán suficientes estas liberaciones?

La MUD aún no se ha pronunciado en su conjunto sobre la liberación de estos "presos políticos" y todo parece indicar que continuarán con el plan de iniciar el juicio político contra Maduro, que incluye convocar a una marcha ante el palacio presidencial de Miraflores, en Caracas, para notificarle al mandatario el resultado del proceso. "La agenda se mantiene, nada de eso se ha cambiado", dijo el líder opositor Enrique Capriles, actual gobernador del estado de Miranda y dos veces candidato presidencial.

El oficialismo considera que este gesto es una provocación y lo comparó con la violenta manifestación que, en abril de 2002, depuso por 72 horas al entonces presidente Hugo Chávez.

En entrevista con la CNN, el alcalde David Smolansky, de Voluntad Popular, partido del dirigente encarcelado Leopoldo López, consideró que las liberaciones de los cinco opositores por parte del chavismo, no son suficientes. "No perdamos de vista el bosque", alertó.

De hecho, esta formación, que integra la MUD, no se ha sumado al diálogo con el oficialismo. Alega falta de condiciones y todo apunta a que mantendrá esa postura a menos que se produzca un gesto mayor, que sería la liberación de López, preso en una cárcel militar de Caracas desde febrero de 2014, pero es improbable que el chavismo cede en este punto.  

¿Estrategia en marcha? 

Diversos analistas sostienen que el Gobierno asiste al diálogo con dos objetivos subalternos: dividir a la oposición y ganar tiempo. Y la estrategia está dando resultados. La MUD está dividida. Además de Voluntad Popular, hay otras 14 agrupaciones de la coalición que se marginaron del diálogo.

"Nuestro gran temor es que el diálogo solo oxigene al gobierno", dijo el coordinador de Voluntad Popular, Freddy Guevara, partido que exige firmeza para destituir a Maduro, porque consideran que es la única salida para que Venezuela puede salir del hoyo, en medio del colapso económico, la inseguridad y la inflación disparada.

La impopularidad del presidente supera el 76% y 68% apoya revocar su mandato, que termina en enero de 2019, según las cifras de la encuestadora Venebarómetro, que revelan además que Venezuela está al borde del estallido social. "Aquí no hay hueso sano, el desespero en la calle es altísimo", alertó el sociólogo político Francisco Coello.

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