¿Qué le pasó? Pedro Pablo Kuczynski se convirtió este viernes en el primer presidente en 'consagrar' al país la figura de una religión que no todos los ciudadanos están obligados a profesar, minimizado así el principio de laicidad que debe imperar en el Perú.
El hecho ocurrió en el denominado Desayuno Nacional de Oración llevado a cabo en el Swissôtel de la capital, donde leyó una 'oración de consagración redactada por la Misión por el Amor de Dios en Todo el Mundo'. Un texto en el que no solo ofreció el país a un determinado Dios, sino también su gobierno.
"(Pongo en manos) mi gobierno con todos sus trabajadores y ciudadanos que están bajo mi responsabilidad. Ofrezco a Dios Todopoderoso mis pensamientos y decisiones como Presidente para que los utilice para el bien de nuestro país y siempre estar consciente de los Diez Mandamientos al gobernarlo".
Pero no solo ello, sino que además pidió perdón a 'dios' por todas las decisiones que se hayan tomado en el pasado en la República 'en contra de sus mandamientos'.
"(Pido perdón) por todas las transgresiones que haya cometido en el pasado, todas las que se hayan hecho en el pasado de la República y por todas aquellas decisiones que se hayan tomado estando en contra de sus mandamientos y le pido su ayuda para cambiar todo lo que nos separa de él".
¿'Todo lo que nos separa de él? ¿Realmente habló Kuczynski solo en nombre de él? No, lo hizo -tal y como lo mencionó al inicio del texto- en nombre del país y "con la autoridad que se me ha otorgado". ¿Olvidó el presidente que no todos los que le dieron esa autoridad creen en un mismo Dios?
En el artículo 50 de la Constitución Política del Perú se reconoce el 'aporte' que la iglesia católica ha hecho en la 'formación' de la República. Sin embargo, esto se hace "dentro de un régimen de independencia y autonomía". Es decir, nos encontramos en un Estado laico, no confesional, que no debe estar ligado a ninguna religión, así exista una mayoría que se identifique con una en particular.
¿Los gobernantes y políticos pueden profesar una religión particular? Por supuesto. Precisamente el principio de laicidad asegura la libertad de credo y de culto. Lo que no debe permitirse es que representando al Estado se dé prioridad a una determinada confesión religiosa, porque no todos los peruanos están obligados a creer en lo mismo.
Pero no fue el único. La presidenta del Congreso, Luz Salgado, también participó del evento e hizo una oración, aunque no hemos encontrado registro de que la misma se haya hecho en representación del país como en el caso de Kuczynski.
Se trata de la primera vez en 21 ediciones de este evento organizado por los denominados Pequeños Grupos de Oración, en que participa un presidente de la República. La costumbre de formar estos grupos para orar nació en el Senado de Estados Unidos en 1943 y se inició en nuestro país en 1985.
Pedro Pablo Kuczynski tiene el mismo derecho que cualquier otro peruano de profesar la religión que mejor le parezca. Lo que nuestros políticos no entienden -él incluido- es que representan a un país conformado por distintas culturas y eso no les da derecho alguno a 'consagrar', 'ofrecer', 'pedir perdón' o 'prometer' actuar bajo determinados 'mandamientos'.
¿Hasta cuándo?
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