Tras el anuncio de sus cinco medidas para luchar contra la corrupción, Pedro Pablo Kuczynski aprovechó su participación en el V Congreso Internacional del Día de la Energía para exponer su posición sobre el conflicto social que se vive a raíz del proyecto minero Las Bambas.
El mandatario señaló que no deberíamos sorprendernos de la intranquilidad nacida en en el distrito de Tambopata por el uso de una carretera para transportar minerales y que implican la circulación de 500 camiones diarios. "Vamos a tener que hacer la carretera o ver algún otro medio de transporte", dijo en declaraciones que recogió El Comercio. De igual manera, resaltó que no debe abordarse esta problemática como un enfrentamiento entre las comunidades campesinas y la Policía Nacional. "Los locales [refiriéndose a las comunidades] tiene quejas legítimas. [...] tenemos que estar presentes, hay un gran esfuerzo que se tiene que hacer".
Una postura más conciliadora, ciertamente, a la que tuvo Pablo Bustamante esta mañana en RPP Noticias. El director de Lampadia consideró que las protestas en Apurímac son políticas, excesivas y van en contra del Perú. Sobre este punto, hay que recordar que las comunidades campesinas no están contra Las Bambas, simplemente exigen mejores condiciones de vida que incluya, por ejemplo, un medio ambiente saludable. Esta actitud no significa 'hacerle el juego' a grupos que prefieren el "anticomercio, la antiglobalización, la antiexportación, la antiinversión privada".
Precisamente, tanto las autoridades y dirigentes sociales de Cotabambas, así como representantes de las comunidades de Choqqecca Antyo, Quehuira, Allahua y Pumamarca han enviado misivas dirigidas a Kuczynski y Fernando Zavala para solicitar un diálogo directo.
El mandatario también abordó el tema de la labor policial que ha sido cuestionada a raíz de la muerte de Quintino Cereceda, producida durante el operativo de desbloqueo de la carretera Quehuire-Huancuire.
Desde el punto de vista del jefe de Estado, los policías, especialmente los destacados en la sierra, necesitan recibir apoyo debido a que -afirmó- están "en la puna, a 4400 metros sobre el nivel del mar y de repente no están bien apoyados ni las instrucciones son claras".
Lo cierto es que el clima social es delicado y no se solucionará con solo construir otro carretera para el traslado de minerales. Existen demandas que deben ser atendidas, pero, sobre todo, se deben establecer canales de comunicación efectivos y así evitar más muertes. Por lo pronto, los cotabambinos esperan que las investigaciones continúen y se hallen a los responsables de la muerte de Cereceda. Ellos, además, han puesto como condición, para levantar una huelga indefenida, la presencia del presidente.
[Foto de portada: Flickr de la Presidencia del Perú]
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