Tensión, incertidumbre, resentimiento. Estas palabras describen los estados de ánimo que se viven en Colombia tras el triunfo del No en el plebescito celebrado el pasado domingo en torno al acuerdo de paz con las Fuerzas Armadas Revolucionarios Colombianas (FARC).
Los partidarios del Sí han reclamado falta de empatía a sus adversarios debido, principalmente, al detalle de los resultados electorales que muestran que las regiones más golpeadas por la violencia política apoyaron, mayoritariamente, el compromiso gestionado por el Gobierno y la guerrilla colombiana.
Más grave aún es la indiferencia de un sector de la ciudadanía que tiene su base en una profunda desconfianza hacia sus dirigentes políticos y un desinterés en los asuntos públicos.
La tensión ha crecido aún más luego de que Santos prorrogara el cese al fuego hasta el 31 de octubre. Una decisión que parecía lógica dada la coyuntura. Sin embargo, la noticia dio un giro a raíz de la respuesta de Timochenko a través del Twitter: "¿De ahí para adelante continúa la guerra?"
El mensaje puede sonar contradictorio, tras las declaraciones de ambas partes de continuar con la "vía del diálogo". Lo cierto es que, a pesar de las buenas intenciones y la diplomacia, las FARC parecen haber tomado sus precauciones. Así Félix Antonio Muñoz, veterano líder subversivo, ordenó a los guerrilleros que se trasladen a zonas seguras para evitar provocaciones. Aunque, poco después, explicó sus razones: "Ubicación de nuestras unidades a sitios seguros es para evitar provocaciones de quienes se oponen al acuerdo de paz, pero #LaPazNoSeDetiene", escribió.
Por lo pronto, los partidarios del Sí han decidido salir a las calles para manifestar su apoyo al acuerdo del paz desarrollado por el gobierno de Santos y las FARC. La movilización está programada para las 5 de la tarde y ha convocado a estudiantes, militantes de partidos políticos, activistas ambientales, miembros de los sectores agrarios y de la comunidad LGTBI. La acción ciudadana tendrá réplicas en otras ciudades e incluso traspasará las fronteras del país (se ha previsto manifestaciones en Nueva York, Buenos Aires y París, por ejemplo).
En Bogotá, por ejemplo, estudiantes universitarios llevaron a cabo la 'Marcha del Silencio' en homenaje a las víctimas que ha dejado la guerra. En tanto, en Catargena, la Red Sí Paz Bolívar -que reúne a 40 movimientos- ha asumido la organización de la movilización.
"Creemos que a través de la movilización social en todo el país daremos un mensaje claro al gobierno, a los del No y a las Farc y es que el cese bilateral al fuego debe mantenerse y que además no se puede desechar lo construido en 4 años de negociaciones", dijo a El Espectador Paola Pianeta, una de sus voceras.
Estas caminatas tendrán lugar luego de la reunión que sostendrán Santos y Álvaro Uribe, su más férreo opositor y principal impulsor del No. El encuentro se iniciará a las 11:30 de la mañana.
Justamente, el expresidente ha sido criticado por su propuesta de otorgar una aministía a los guerrilleros que no hayan cometido delitos graves. Esta iniciativa ha sido vista por muchos como un 'cáculo político' del actual senador. El razonamiento puede resumirse así: Uribe quiere la paz a su manera y con su protagonismo.
En este escenario, solo queda esperar el término de este encuentro para saber si el principal impulsor del No tiene una propuesta. Y sobre todo, esta tarde, sabremos si Uribe fue capaz de recoger las demandas de los colombianos que rechazan parcialmente el acuerdo de paz con las FARC.
EL DATO
Antes de reunirse con Uribe, el presidente Santos tiene agendado un encuentro con el expresidente colombiano Andrés Pastrana. La cita inició a las 10:30 de la mañana.
[Foto de portada: EFE]
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