Blanca Varela (1926-2009) nunca fue una autora que gustara de mostrarse en público. Muchos de sus amigos y familiares la han descrito como una persona que concebía la escritura poética como un oficio íntimo -casi secreto- que no debía ser invadido. 

Más de siete años han pasado desde que falleció, pero su obra poética respira fresca y mantiene esa vocación por interpelar al lector. Dueña de un verso fino -que huye de artificios o barroquismos- la misma poeta explicaba así su oficio: 

"Yo creo en la poesía como expresión y creación, no como asunto verbal ni juego de palabras. Soy muy feroz a veces, uso adjetivos que no son los que poéticamente tienen prestigio y no me importa, porque la necesidad del poema es mucho más importante que mi propia necesidad". 

La Casa de la Literatura Peruana - como parte de las actividades que conmemoran  los 90 años del nacimiento de la autora de Ese puerto existe- ha organizado el Congreso Internacional 'Palabras para un canto. Homenaje a Blanca Varela' (puedes ver el programa aquí) cuya inauguración fue el pasado 28 de setiembre. El evento -que convoca a amigos de la poeta y especialistas en su obra literaria- se extenderá hasta el 30 de setiembre. 

LaMula.pe acudió hasta la Antigua Estación de Desamparados para cubrir este conversatorio y pudo dialogar con Camilo Fernández, critico literario e investigador; Manuela de Szyszlo, nieta de la autora de Concierto animal ; David Ballardo, editor y uno de los encargados de la edición del libro Poesía reunida 1949-2000 de Blanca Varela (Casa de Cuervos y Librería Sur, 2016). Precisamente, esta última publicación fue presentada al público durante la inauguración y ya se encuentra en las principales librerías del medio. 

Texto: Manuel Angelo Prado  

Video: Rafael Ponce

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