La presidenta de Chile, Michelle Bachelet se pronunció en una reciente entrevista a la BBC sobre la necesidad de legislar respecto a la interrupción del embarazo. Una declaración importante teniendo en cuenta que el vecino del sur es aún uno de los pocos países en el mundo en los que el aborto es ilegal bajo cualquier circunstancia.
La mandataria defendió así el proyecto de ley impulsado por su Gobierno que despenalizaría el aborto en tres causales específicas: peligro para la vida de la mujer, inviabilidad fetal de carácter letal y embarazo producto de una violación sexual.
Esta propuesta será discutida previsiblemente la segunda semana de octubre en la comisión de Constitución del Senado chileno, luego de haber sido aprobada en su par de Salud semanas atrás con un ajustado resultado de 3 votos contra 2.
Para Bachelet el apoyo de la población será determinante, algo con lo que se muestra bastante optimista.
"La gran mayoría de nuestros compatriotas apoya la posibilidad de interrumpir el embarazo como una decisión propia de la mujer (...) Soy una convencida de que las mujeres deben tener la posibilidad de decidir".
Resaltó el apoyo que el proyecto, según encuestas de opinión, ha generado en la sociedad chilena y en el 'acuerdo importante' que supone el consenso llegado para hacerlo viable. Un proyecto que espera se materialice antes del final de su mandato.
"En Chile el aborto es ilegal y las mujeres pueden ir a la cárcel en el caso de que se interrumpa el embarazo, pero ahora hay un acuerdo importante para lograr que ellas puedan tomar decisiones, al menos en las tres causales".
Responsabilidad de la iglesia y los políticos
Chile se encuentra en el reducido grupo de países que hasta ahora se resisten a legalizar cualquier forma de aborto, conformado por Ciudad del Vaticano, El Salvador, Malta, Nicaragua y República Dominicana.
Un dato curioso teniendo en cuenta que hasta 1989 el aborto terapéutico era legal en el país, año en el que la dictadura de Augusto Pinochet logró hacer realidad lo que intentó desde su llegada al poder: limitar definitivamente los derechos sexuales y reproductivos de la mujer.
Para Bachelet, sin embargo, la responsabilidad de que con el regreso a la democracia no se haya modificaco la normativa para revertir dicha situación, recae en las iglesias del país y la poca voluntad por parte de los políticos, que no quisieron entrar en 'controversias'.
"Ha habido un importante rol de las iglesias en Chile en contra de terminar la criminalidad del aborto y eso en Chile genera distintas posturas".
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