En los últimos años, nuestra gastronomía es considerada por propios y extraños como aquel elemento que nos llena de orgullo en el exterior, principalmente gracias a la labor del chef y empresario Gastón Acurio, quien se ha encargado de difundir la variedad de nuestra comida en el mundo. Desde el 2008, la Feria Gastronómica Mistura es el evento cumbre de este boom de la comida peruana.
Pero como ocurre en todo lugar, siempre habrá críticos, que no estarán exentos de "linchamiento" en las redes sociales, espacio donde a veces no se razona y los ánimos tienden a exacerbarse, como ocurrió con el escritor Iván Thays, quien llegó a decir que la comida peruana "es indigesta y poco saludable" en su columna en el diario El País de España. Es posible no estar de acuerdo con Thays, pero el "apanado" superó todos los límites.
Esta unanimidad está presente en los medios de comunicación, que al momento de informar sobre la novena edición de Mistura, se limitaban a transmitir cómo sus reporteros disfrutaban de los diferentes potajes ofrecidos, especialmente el "Chancho al Palo", al cual la periodista Maritza Espinoza se refiere genialmente en su último artículo, publicado en el diario La República.
Quien se ha atrevido a "romper el hielo" sobre lo que viene pasando en Mistura es el periodista español Ignacio Medina, afincado en nuestro país hace varios años y reconocido crítico gastronómico que escribe en diferentes medios de comunicación.
A solo dos días de la finalización de Mistura (que se produce hoy), Medina escribió una columna en el diario El País (vaya coincidencia), titulada "La agonía de una gran feria", que solo con ese encabezado ya daba una idea de cómo observaba la situación de la misma.
"Las 11 hectáreas que acabó ocupando (Mistura, N. de R.) no se correspondieron con un aumento del número de visitantes, que se vio notablemente mermado (declararon 387.000). La superficie ha ido menguando desde entonces al mismo ritmo que el número de visitantes y expositores. Pocos confían en que la cifra de 400.000 asistentes anunciada en la pasada edición sea real. Todo ha cambiado, hasta el carácter de la feria. Según estudios realizados por los organizadores, las principales motivaciones de los asistentes a Mistura son hoy los conciertos que se celebran al caer el sol y la asistencia al mercado de productores. Nada que ver con las primeras ediciones, cuando las colas se instalaban desde primera hora de la mañana frente a los restaurantes y los puestos de comida ambulante. Como hace un año, la falta de público ha sido una constante durante los primeros cinco días de Mistura, con la única excepción del domingo (4 de septiembre)."
En ese mismo artículo, Medina apuntó que "huérfana de estrellas de relumbrón y promotores internacionales, Mistura también se ha ido quedando sin patrocinadores".
LAS CONSECUENCIAS DE UNA COLUMNA
Más allá de tomar esta crítica como constructiva y como una llamada de atención para evaluar la situación y tomar correctivos para las próximas ediciones (que es el ánimo con que está escrita), parece que cierta gente ha tomado a mal esta columna de Medina, que ha sido leída no solo en el Perú, sino en Hispanoamérica entera.
Pero además de eso, las redes sociales también han estallado en indignación contra Medina. Quien recogió el guante fue el periodista Raúl Vargas, abanderado de RPP, quien en su programa de radio le reprochó a Medina su nacionalidad como si fuera un impedimento para realizar las críticas constructivas que ha expresado.
Hoy domingo 11, último día de Mistura, Medina publicó una nueva columna en su blog, sin antes denunciar que este había sido "hackeado". De hecho, por momentos no se puede acceder a él.
En el artículo, titulado "Debatir para crecer", el crítico culinario no se quedó callado y le respondió, con altura, a Vargas.
"Te preguntabas quien soy yo para hablar de cosas que solo deberían ser tratadas entre peruanos. La respuesta es fácil, Raúl. Soy periodista, como tú, practico el periodismo de opinión, como tú, y me gusta pensar que soy tan peruano como tú."
En otro párrafo, Medina le recuerda a Vargas la "pluralidad" que practicaba cuando trabajaba en Caretas:
"Trabajo en Lima desde hace casi diez años y hace seis que decidí vivir aquí. Estoy en Lima por voluntad propia y he asumido desde el primer día un compromiso con la gastronomía peruana y con el país que se mantiene vivo. Mi amiga Doris Bayly, me escribía hace años una frase que me acompaña desde entonces. “te duele el Perú, Ignacio”, me decía entonces. Sí, Raúl, me duele el Perú, como al menos te dolía a ti cuando tu periodismo celebraba la opinión ajena y abría la puerta al debate (un día, hace ya años me sumergí una mañana entre pilas de ejemplares de Caretas y aprendí a respetarte). ¿Lo recuerdas?"
Asimismo, ratifica su postura sobre Mistura:
"La segunda nota triste es comprobar el respaldo y el eco que ha tenido mi columna. Puede parecer contradictorio, pero no lo es. Sé que Mistura no camina por el mejor camino posible, pero no esperaba que nuestra gran feria hubiera sido capaz de generar tanta decepción y tanto resquemor entre los peruanos. Eso, Raúl, debería preocuparte más que el color de mi pasaporte."
Finalmente, recuerda que su blog sigue inactivo (gracias a ataques virtuales de no sabemos quién), y deja una reflexión para la gente y en especial para Vargas:
"Me hubiera gustado poder abrir mi blog –La cocina Imaginada- para colgar este texto y ofrecer un marco estable al debate, pero mi web personal –ignaciomedina.net- sufre desde ayer ataques informáticos masivos que la tienen bloqueada. Sucedió ayer y vuelve a ocurrir hoy. Como si el bloqueo de una web fuera suficiente para acallar a quienes piensan lo contrario. No es más que una web y sólo contiene los textos que voy publicando desde que trabajo en Perú. El mundo y yo podemos vivir sin ella. ¿La cocina peruana puede vivir, en cambio, sin afrontar los problemas que frenan su crecimiento? Piensa en eso, mi admirado Raúl."
¿La gente ligada al mundo de la gastronomía peruana (empresarios, cocineros y periodistas) se atreverá realmente a debatir para crecer? ¿O se mantendrán en sus trece sin reconocer que ha llegado el momento de replantear el asunto? Estaremos expectantes, mientras comemos un buen tacu tacu.
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