En la entrevista que concedió al diario español El País, el presidente Pedro Pablo Kuczynski emitió una declaración que pasó desapercibida inicialmente, pero a la que la bancada fujimorista de Fuerza Popular le prestó atención.
"No todos los 73 congresistas de la bancada fujimorista son miembros del partido, habrá como 30 que se subieron al carro creyendo que ella ganaba y que recibirían una prebenda. Lo que hay que trabajar desde un punto de vista completamente egoísta es jalarse [atraerse] a algunos de esos. Si no lo hacemos va a ser difícil trabajar en el Congreso, más allá de la pequeña luna de miel que ojalá tengamos en las próximas semanas. Pero no espero una gran colaboración, espero que sean neutralmente tolerantes".
Esta afirmación, cargada de un poco de ingenuidad, fue aprovechada hábilmente por los parlamentarios fujimoristas, que durante la jornada de hoy realizaron declaraciones sobre el tema a diversos medios de comunicación, Finalmente, emitieron un comunicado en el que mostraron su postura:
“La bancada de Fuerza Popular lamenta las declaraciones expresadas por el presidente Pedro Pablo Kuczynski, quien en una entrevista incita claramente al transfuguismo parlamentario (...) Rechazamos que el presidente Kuczynski en lugar de fomentar la práctica democrática y constructiva de establecer diálogos y llegar a acuerdos mediantes los canales institucionales, pretenda sustituirla con acciones que quebrantan la unidad de los grupos parlamentarios”.
Pese a que Kuczynski, previo al comunicado fujimorista, aclaró que se trataba de "jalar convicciones", el daño (aparentemente) está hecho.
Sin embargo, ¿tienen los fujimoristas autoridad moral para criticar esta supuesta intención del jefe de Estado? La historia no los favorece.
UNA BANCADA QUE SE CONVIRTIÓ EN MAYORÍA EXTRAÑAMENTE
En las elecciones de 1995, el fujimorismo obtuvo 67 de las 120 curules que por entonces conformaban el Congreso, con lo cual aseguró su mayoría por ese quinquenio. Sin embargo, en el año 2000, con fraude y todo, solo consiguieron 52. La presión nacional e internacional ahogaba al régimen de Alberto Fujimori, y necesitaba una "ayuda" para retomar el control del Congreso.
Quien ejecutó esta "ayuda" fue el asesor presidencial Vladimiro Montesinos. Previo a la segunda vuelta del 28 de mayo de ese año, y durante el período posterior hasta la asunción de 28 de julio, empezó a sostener reuniones con varios parlamentarios elegidos por otras bancadas. Todo tras bambalinas.
De pronto, la bancada fujimorista pasó a tener de 52 a 70 parlamentarios, gracias a los anuncios de varios congresistas, elegidos inicialmente por partidos de oposición, de que se pasaban al oficialismo.
Todo tuvo sentido el 14 de septiembre del 2000, cuando Fernando Olivera y Luis Iberico presentaron, en el Hotel Bolívar, la muestra de un botón de cómo varios congresistas habían pasado de ser opositores a oficialistas.
El "botón" mostrado fue un vídeo en el que se observaba a Montesinos entregando varios billetes al congresista Alberto Kouri, elegido inicialmente por Perú Posible (de Alejandro Toledo), para que se pase al oficialismo de Perú 2000.
Como con Kouri, Montesinos había procedido de la misma manera con otros parlamentarios de distintas bancadas.
El vídeo desató un verdadero escándalo político, y generó que el régimen fujimorista se caiga como un castillo de naipes. A los dos días, Fujimori anunció que recortaba su período presidencial a un año, y convocaba a nuevas elecciones en las que él no participaría.
Pero además de esto, se descubrieron nuevos hechos, como la fuga de Montesinos en el velero Karisma, y las cuentas millonarias de este en bancos suizos. Todo esto devino en que varios "oficialistas" abandonen el barco, y finalmente, Fujimori renunciara por fax el 19 de noviembre del 2000.
A partir de este momento, y quizás ya sin vídeos y dinero de por medio, comenzó una nueva tradición peruana en nuestra política: el "transfuguismo". Desde la restauración de la democracia en el 2000, todas las bancadas (con excepción de la aprista, nobleza obliga) no terminaron con el mismo número de parlamentarios al final de los quinquenios sucesivos.
Esta "tradición" fue iniciada por Montesinos, con la venia de Fujimori. Por eso,los parlamentarios de Fuerza Popular deberían dejar de mira paja en el ojo ajeno y ver la viga en el propio.
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