Francia vuelve a ser blanco del terror. Esta vez fue en Niza, donde un camión a gran velocidad atropelló y mató a más de 70 personas, según datos provisionales de la fiscalía. El hecho ocurrió durante las celebraciones de la fiesta nacional del 14 de julio -Día de la Bastilla-, en el Paseo de los Ingleses, que lucía repleto de gente en el momento del ataque.
El conductor de la unidad fue abatido por la Policía, informó a diversos medios el delegado adjunto de la prefectura de Alpes Marítimos, Sebastien Humbert.
Caos y pánico en Niza, en la costa azul francesa. (reuters)
"El conductor de un camión parece haber provocado decenas de muertos. Por el momento permanezcan en sus domicilios", escribió en su cuenta de Twitter, el alcalde de Niza Christian Estrosi, quien dijo fue el primero en dar la alerta de lo sucedido.
En tanto, el fiscal antiterrorista, François Molins, señaló que "todo parece indicar que se trata de un atentado". Francia, como se sabe, es un objetivo prioritario del terrorismo yihadista.
Según Nice Matin, un diario local, en el lugar del ataque se registraron escenas de pánico entre las personas que se habían apostado en paseo marítimo de Niza, en la costa azul francesa, para ver los fuegos artificiales por la celebración nacional. En las primeras imágenes se vio a gente que comenzó a correr en todos lados, con desesperación.
Según algunos testigos que citan la televisoras locales, un grupo de personas intentó impedir que el camión siga avanzando hacia la multitud, "pero iba a demasiada velocidad".
Las fuerzas del orden, militares incluidos, establecieron un perímetro de seguridad en el lugar, mientras que el presidente francés, Francois Hollante, tuvo que volver de emergencia de Aviñón a París para atender la emergencia en la célula de crisis que dispuso el Ministerio del Interior.
Hollande y sus colaboradores en seguridad se declararon hace poco satisfechos porque la Eurocopa, que se celebró en Francia y atrajo durante un mes a miles de turistas y aficionados, se desarrolló sin incidentes graves ni ataques. Era la cita más sensible ante el peligro de que los yihadistas pudieran cometer un atentado, según dijo al inteligencia francesa.
El pasado 13 de noviembre, Francia sufrió el peor atentado terrorista de su historia. Los yihadistas mataron a 130 personas e hirieron a más de 250. El mayor número de fallecidos ocurrió en el ataque en la sala Bataclán de París, durante un concierto de la banda Eagles of Death Metal.
(Imagen de cabecera: Le Figaro)
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