El Gobierno de Venezuela ordenó la ocupación de la planta de la compañía estadounidense Kimberly Clark, toma que se produce dos días después de que la empresa anunciara la suspensión "indefinida" de sus operaciones en el país caribeño por el "deterioro de las condiciones económicas y de negocio".
"Vamos a proceder a firmar la solicitud que nos han hecho los trabajadores de Kimberly Clark donde planteamos, en esta resolución, lo siguiente: Primero, la ocupación inmediata de la entidad de trabajo Kimberly Clark de Venezuela ubicada en la zona industrial", dijo a periodistas el ministro del Trabajo, Oswaldo Vera.
El ministro ofreció las declaraciones desde la planta de Kimberly Clark, ubicada en la céntrica ciudad de Maracay (Aragua), acompañado de un grupo de trabajadores de la empresa.
Vera también anunció que en la resolución gubernamental sobre el caso de la compañía estadounidense se ordenó "el reinicio de las actividades productivas para proteger el proceso social del trabajo".
Tras hacer los anuncios, el funcionario invitó a los trabajadores de la empresa a "prender las máquinas" pues "a partir de hoy Kimberly Clark vuelve a abrir sus puertas, vuelve a abrir su producción".
En este mismo discurso Vera advirtió: "Empresa que sea cerrada, empresa que va a ser ocupada".
La empresa estadounidense difundió este sábado un comunicado en el que señaló que "todas las operaciones en las oficinas en Caracas, junto con las de la planta y el Centro de Distribución de Maracay, han sido suspendidas indefinidamente".
Asimismo, indicó que "no seguirá produciendo, comercializando ni vendiendo sus líneas de productos de consumo masivo e institucional, mientras esta suspensión esté en vigor".
Kimberly Clark, una de las principales empresas productoras en Venezuela que proporcionaba productos de higiene personal, suspende sus actividades cuando el país caribeño pasa por la mayor crisis de escasez de productos básicos entre los que se cuentan pañales y toallas sanitarias, artículos que fabrica esta compañía.
"Esta decisión es tomada después de años en los que la compañía ha procurado hacer frente a complicadas circunstancias más allá de su control, como la inhabilidad para comprar materia prima, lo que en los últimos dos meses ha ocasionado que la mayoría de las líneas de producción cierren", dice el comunicado de la estadounidense.
Además expresó en este escrito que esta decisión "es muy difícil", debido a que la compañía es consciente del esfuerzo de sus trabajadores "frente a crecientes retos para mantener el negocio funcionando".
Kimberly Clark también aseguró que si las condiciones económicas en Venezuela cambian "evaluará sus opciones en relación a la viabilidad" de volver a operar en el país caribeño y que "se mantiene comprometida al crecimiento del resto de sus operaciones de negocio existentes en Latinoamérica".
Con información de Andina.